El hígado es uno de los órganos más grandes e importantes del cuerpo humano. Se estima que recibe 1,5 litros de sangre cada minuto y es el encargado de intervenir en funciones vitales como la depuración, la síntesis y el almacenamiento de los nutrientes.
MANZANAS
El ácido málico que contienen las manzanas puede ayudar a disolver las piedras que afectan la salud de la vesícula biliar. Su alto contenido de fibra y antioxidantes estimula la eliminación de las toxinas para lograr un trabajo hepático más eficiente. Además la pectina presente en este alimento ayuda a mejorar la salud de la microbiota.
CÚRCUMA
La cúrcuma podría ayudar a mejorar la salud hepática. Esto se debe a sus propiedades antiinflamatorias, que eliminan la sobrecarga de tareas que le provocan las toxinas y lo protegen frente a ciertas enfermedades crónicas. Su compuesto activo, la curcumina, actúa como un poderoso antiinflamatorio y anticancerígeno natural que podría evitar el desarrollo de las células malignas y otras alteraciones de la salud de este órgano.
VEGETALES
Las hortalizas de hojas verdes son muy valoradas desde el punto de vista nutricional, debido a su alto contenido de vitaminas, minerales y potentes antioxidantes que cuidan la salud.
Algunos de los recomendados son: La calabaza amarga. La rúcula. Las hojas de diente de león. Las espinacas. El brócoli. La coliflor. Las hojas de mostaza.
AGUACATES
El aguacate es uno de los frutos saludables para ayudar a proteger este órgano. Su alto contenido de ácidos grasos esenciales y en vitamina E controla el exceso de inflamación en el cuerpo y optimiza la filtración de la sangre para eliminar los desechos tóxicos.
NUECES
Las nueces y otros frutos secos son una fuente natural de L-arginina, un aminoácido esencial que ayuda a proteger el hígado. Su significativo aporte de glutatión y ácidos grasos omega 3 impide la intoxicación por amoníaco y controla la inflamación. Estos nutrientes también ayudan a mejorar la oxigenación de la sangre y a aumentar la producción de glóbulos blancos.
ACEITE DE OLIVA
Considerado como el alimento central de la dieta mediterránea, el aceite de oliva contiene lípidos del tipo omega 3 que ayudan a regular el perfil lipidico. Un par de cucharadas crudas facilitan la expulsión de las toxinas acumuladas y la disminución de la carga de desechos del hígado.
Remolacha
El jugo que se obtiene de la remolacha es un remedio desintoxicante que se recomienda cuando se presentan dificultades hepáticas. Su enorme aporte de nutrientes esenciales elimina los metales pesados y facilita la limpieza de la sangre gracias a su efecto vasodilatador.
ZANAHORIAS
Esta hortaliza rica en beta-carotenos ayuda a agilizar la cicatrización de los órganos y apoya sus respectivas funciones. Provee una buena cantidad de bioflavonoides, unos antioxidantes con poder de prevención frente a ciertos tipos de cáncer. Ayudan a inhibir la acción de las células malignas y de los radicales libres.
AJO
Los ajos se consideran como excelentes aliados para proteger la salud hepática y la de otros órganos vitales del cuerpo. Activa la actividad enzimática y facilita la digestión de las grasas para impedir su acumulación en el hígado. Contiene una sustancia conocida como alicina cuyo efecto antioxidante favorece la expulsión de los compuestos tóxicos.
Frutos cítricos
Los limones, las naranjas, el pomelo y demás frutos cítricos están cargados con antioxidantes naturales que apoyan las tareas de este órgano. A cambio de muy pocas calorías aportan grandes cantidades de vitaminas C y E, además de potasio, magnesio, hierro y otros minerales esenciales.
CUIDA TU HÍGADO
No obstante no olvides que estos alimentos no poseen propiedades milagrosas por sí solos. Para que sus efectos sean beneficiosos sobre el organismo deben estar acompañados de una dieta variada y equilibrada desde el punto de vista energético.