La dirección de migración está a la espera de la conclusión de la cuarentena rígida para la deportación de más de mil venezolanos que se quedaron sin posibilidades de volver a sus ciudades de origen, algunos deambulan por las calles limpiando parabrisas o vendiendo caramelos en los colectivos y esquinas buscando ganarse unos centavos para la alimentación de sus familias.
El director de migración indicó que efectúan operativos con la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y la Defensoría del Pueblo para precautelar el bienestar de los menores que están a cargo de los extranjeros.
Sami Aliss, responsable de migración, señaló que estas personas estarían causando zozobra y temor.