Después de más de 11 años de búsqueda, Modesto Tola, feminicida confeso que era buscado por la policía, fue capturado en el departamento de La Paz.
El hombre se encontraba prófugo desde 2013, año en el que le quitó la vida brutalmente a su pareja y fue sorprendido cuando realizaba trámites en el Servicio de Identificación Personal (SEGIP) en la ciudad de La Paz.
Efectivos policiales lo aprehendieron una vez que se recibió la alarma del sello rojo que tenía para su búsqueda y captura internacional acusado por el feminicidio de Virginia Alave, quien fue hallada sin vida por sus familiares al interior de su inmueble ubicado en la zona de Villa Urkupiña ese año.
“Ha saltado una notificación de sello rojo de una persona de sexo masculino que estaría ya registrado en el sistema de Interpol, es por esa razón que personal policial del batallón de seguridad física en coordinación con funcionarios del SEGIP han procedido a su aprehensión de este ciudadano tomando en cuenta que tiene una denuncia por el delito de feminicidio en la ciudad de Cochabamba”, informó el Comandante departamental de la policía de La Paz, Édgar Cortez.
El ahora aprehendido fue trasladado a Cochabamba para ser puesto a conocimiento de la Fiscalía.
“Está siendo puesto a disposición del Ministerio público, tomando en cuenta que la notificación habría salido de esta institución. Es el trabajo que realiza la policía boliviana de manera coordinada, tomando en cuenta el sistema que se tiene con Interpol y otras entidades del estado”, agregó.
Según se conoce Tola le quitó la vida a la joven de 28 años luego de golpearla brutalmente y usar una soga para estrangularla mientras sus hijos dormían.
Durante esa madrugada Virginia se disponía a viajar para traer mercadería de Oruro, negocio con el que empezaba a prosperar, pero su asesino fue hasta la terminal, la obligó a volver a su casa donde le quitó la vida.
En ese entonces, la investigación y declaración de familiares ayudaron a determinar que el hombre celaba constantemente a la víctima con los choferes de las flotas donde realizaba sus viajes.
Luego de asesinarla, el hombre dejó dos cartas donde confesó los celos que sentía y el crimen para luego escapar. Tras su captura ahora aguarda su audiencia de medidas cautelares.