Las prohibiciones de la cuarentena y el contrabando están ahogando las pequeñas industrias de nuestro departamento, llevando a los dueños a cerrar sus negocios por el poco movimiento económico y la falta de ingresos para pagar sueldos a sus trabajadores.
La presidenta de la Cámara Departamental de Pequeña Industria y Artesanía (Cadepia), Luz Mary Zelaya, informó que al menos una docena de unidades productivas cerraron sus puertas dejando sin empleo directo a 50 personas.
Explicó que el cierre de estas pequeñas empresas significa un gran perjuicio al sector agrícola entre otros, ya que estas unidades dejarán de comprar sus productos para industrializarlos.
“Muchas de nuestras pequeñas industrias van a seguir cerrando”, por la falta de apoyo de las autoridades a la industria nacional, señaló Zelaya.
Lamentó que en las calles se observa más que antes productos de contrabando, que no solo se trata de ropa o de belleza, sino también alimenticios. Los cuales resultan más baratos o del mismo precio que los hechos en el país, pero la población los prefiere por considerarlos de mejor calidad, lo cual no siempre es cierto.