1. Virus de la rubeola. El síndrome de la rubeola congénita es un cuadro prevenible grave, en el cual el recién nacido presenta defectos en diversos órganos. Entre las alteraciones más comunes se describen las siguientes: Sordera. Microcefalia. Microoftalmia. Catarata congénita. Anomalías cardíacas.
2. Citomegalovirus (CMV) Aunque el CMV es la principal causa de infección congénita, sus efectos dependen de la edad gestacional en la que ocurre la infección. Se considera peligroso en el embarazo debido a que puede conducir al desarrollo de déficits neurológicos importantes.
3. Herpes simple. La infección congénita por herpes simple es rara, pero el cuadro clínico que produce se considera de gravedad. Por lo general, el recién nacido se contagia a través del canal de parto, desarrollando las lesiones características los días siguientes al nacimiento. Más de la mitad de los bebés tiene compromiso neurológico como resultado de la infección al sistema nervioso central, mientras que en otros casos puede haber un cuadro diseminado.
4. Rabia. La rabia es una encefalitis de origen viral propia de algunos animales, cuyo contagio a seres humanos se debe al contacto con la saliva del enfermo. Esto ocurre, por lo general, a través de mordeduras. Se considera que la rabia tiene un riesgo de mortalidad cercano al 100 %.
5. Ébola. Otro virus cuyo reservorio no es humano es el ébola, el cual es causante de una enfermedad grave, con un cuadro clínico y posterior fallo multiorgánico que conduce a la muerte del 50 % de los enfermos. La enfermedad por el virus del ébola se caracteriza por afectación gastrointestinal, siendo responsable de diversos brotes ocurridos en África.
6. Marburg. Al igual que el ébola, el virus de Marburg pertenece a la familia de los Filovirus y produce un cuadro gastrointestinal similar. Sin embargo, la letalidad descrita para estos pacientes alcanza incluso el 90 % de los casos. Existen algunos virus que, a pesar de causar infecciones infradiagnosticadas, tienen evidencia científica de estar vinculados al desarrollo de cáncer.
7. Virus del papiloma humano (VPH) El VPH es la infección de transmisión sexual (ITS) más prevalente en el mundo. Existen más de 170 genotipos distintos de este virus; algunos de ellos son los causantes de las verrugas genitales. Otros, en cambio, suelen pasar desapercibidos al no producir manifestaciones clínicas evidentes.
8. Hepatitis B y C: Por su parte, los virus de la hepatitis B y C también son considerados infecciones de transmisión sexual, ya que es su principal forma de contagio. Ambos agentes están implicados en el desarrollo de carcinoma hepatocelular, el cual constituye la cuarta causa de muerte por cáncer en el mundo.
9. Familia de coronavirus: El año 2019 emerge en China el SARS-CoV-2, productor de la enfermedad denominada COVID-19, con alta transmisión a través de las secreciones respiratorias. Debido a la alta tasa de contagio, la enfermedad se propagó con rapidez a todos los continentes, siendo declarada una pandemia en marzo de 2020.
10. Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC): es una enfermedad causada por un Nairovirus, cuya principal forma de transmisión es la picadura de una garrapata infectada. La letalidad de FHCC oscila entre 3 % y 30 %.
11. Virus de Guanarito: causante de la fiebre hemorrágica venezolana, una enfermedad endémica del centro del país asociada a una letalidad de hasta el 30 %.
12. Fiebre hemorrágica boliviana: producida por el virus de Machupo, cuyo reservorio es un roedor y afecta a las poblaciones del norte de Bolivia. Su letalidad llega al 20 %.
13. Virus de Junín: causante de la fiebre hemorrágica argentina, frecuente en las zonas rurales de ese país. Se asocia a una letalidad que varía entre 10 % y 20 %.