140 médicos murieron por la Covid-19 en Bolivia

En seis meses, al menos 140 médicos murieron por coronavirus en todo el país en medio de carencias, según el Colegio Médico de Bolivia. Este sector exige  insumos de bioseguridad, más recursos para salud y equipamiento para hospitales.

“Desde que se inició la pandemia hasta el momento, tenemos 140 médicos que han fallecido”, dijo a Página Siete   Cleto Cáceres, presidente del Colegio Médico de Bolivia,  quien explicó que de acuerdo con el registro de la institución este número sólo alcanza a la parte médica. “Esta cifra es sin contar bioquímicos, enfermeras y trabajadores manuales. Con ellos alcanzaría a 400”, aseguró.

Pero, de acuerdo con datos preliminares del Ministerio de Salud, la cifra de médicos que fallecieron por el virus alcanza aproximadamente a 120.

Cáceres lamentó que los decesos de los galenos se reportaron debido a las carencias que existen en el sistema de salud y porque lucharon contra la enfermedad en medio de la precariedad.

El secretario general del Sindicato de Ramas Médicas de Salud (Sirmes) La Paz  Fernando Romero  indicó que la carencia del sistema de salud es visible. “No tenemos infraestructura, no tenemos equipamiento, no tenemos equipos de protección personal (EPP), tampoco tenemos acceso a una atención oportuna”, aseguró.

Esta situación fue ratificada por los directores del complejo hospitalario de Miraflores, quienes en una conferencia de prensa  mostraron todas las carencias que pasan los galenos en su lucha contra la pandemia. Su portavoz, Édgar Pozo, director del Instituto Nacional del Tórax,  lamentó que en los seis meses de la presencia del virus hubo un maltrato al profesional de salud y aseguró que dejaron a su suerte a los galenos, quienes no  contaron con  los insumos de  protección de bioseguridad.

El presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica de Terapia Intensiva  Adrián Ávila  explicó que además de sufrir por la falta de especialistas, ellos se enfermaron  y lastimosamente no se dieron reemplazos.

Romero contó que pese a que su sector luchó y sigue en batalla contra el virus en primera línea, no cuenta por lo menos con un hospital para atender a los médicos.

“Si nos enfermábamos,  teníamos que hacer filas entre 12 y 14 horas en los policlínicos de la Caja Nacional de Salud (CNS), donde son afiliados”, explicó y precisó que en esas colas  sus colegas estaban expuestos a la exposición del frío o de la presencia del virus  por las aglomeraciones.

Los galenos también peregrinaron por acceder a una prueba de Covid-19, incluso esperaron sus resultados hasta 12 días. Mientras tanto, se agravó el estado de salud de muchos de los profesionales de salud.

“Por esta situación, muchos llegaron a la fase tres del virus que causa la sensación de ahogamiento”, indicó, pero cuando los galenos se trasladaban  al hospital,  se tropezaban con  camas llenas y sin espacio en terapia intensiva. “Muchas veces tuvimos que esperar que algún paciente fallezca para ingresar a ese espacio”, dijo.

 “Todo ¿para qué? Para que ingresen con los pies y con la esperanza de salir recuperados, pero lastimosamente salen muertos y sin despedirse de sus familiares. Sin darles un abrazo. Eso es una pena”, dijo acongojado Romero.

sentante del Sirmes explicó que en esas circunstancias y en los últimos cuatro días fallecieron cuatro médicos de La Paz: el neumólogo José Urizacari -el pionero en la lucha contra el cáncer y que comenzó con la colposcopia en Bolivia-; Jaime Leaño, médico de Chulumani; el galeno Nicolás Valencia;  y  Ramiro Jáuregui, médico familiar de una red de salud.

Hace más de un mes, Urizacari escribió en su cuenta de Facebook que sentía “la derrota  en carne propia, pues ni el hospital donde trabajaba o su seguro de salud se encargaría de él o los suyos”.

 En su texto, el neumólogo dijo que esta enfermedad dejó al descubierto la falta de preparación para enfrentar epidemias locales como el dengue y luchar contra la pandemia. “No tenemos lo más básico para prevenir catástrofes como la que vivimos, no tenemos camas ni hospitales no tenemos dónde permitir que (los pacientes) reciban oxígeno”,  escribió. “No tenemos ni la protección mínima, una máscara apropiada para seguir atendiendo al desprotegido, al huérfano”. Wilson Salazar, expresidente del Colegio Médico de Pando,  aseguró que su sector se siente “abandonado” por las autoridades nacionales. “Los médicos son los primeros guerreros que luchan contra el virus, pero lastimosamente no tenemos armas. No tenemos nada para combatir a la enfermedad ni siquiera EPP”, dijo el galeno.

El secretario de relaciones del Sirmes de Cochabamba   Carlos Nava  sostuvo que la situación es la misma en todos los rincones del país. “Sólo en Cochabamba han fallecido 45 médicos. Ahora quién se ocupa de sus familias, de sus hijos”, cuestionó.

Cáceres dijo que Santa Cruz ya pasó el momento crítico y que ahora los médicos cuentan con un hospital especial para recibir atención. Indicó que esperan ahora que la Asamblea Legislativa apruebe el 10% de presupuesto para salud, recursos con los que se podrá atender algunas carencias de forma urgente. Agencias