Dos mujeres fueron sorprendidas cuando pretendían robar al interior de una vivienda en el municipio de Quillacollo, las acusadas llegaron al lugar luego de convencer a sus víctimas de “continuar” la fiesta en su casa.
Sin embargo, algunas horas más tarde descubrieron que en realidad se trataba de dos delincuentes más conocidas en el mundo del hampa como “pildoritas”.
El director de la Fuerza especial de lucha contra el crimen, Cnl. Freddy Medinacelli, informó que las mujeres fueron encontradas en flagrancia cuando perpetraban el robo.
“Personal de Radio Patrullas remite en calidad de aprehendidas a las ciudadanas, Jeimi A. de 45 años y Daniela C.G. de 24 años”, explicó.
Las pildoritas habrían tomado contacto con sus víctimas mientras se encontraban en un local céntrico del municipio de Quillacollo.
“Realizadas las primeras investigaciones se asume conocimiento que estas estarían compartiendo bebidas alcohólicas con un amigo I.C.A. en un local cerca a la plaza Bolívar, sobre la calle Miranda, se les acercan dos personas Jeimi A. y Daniela C.G. quienes piden compartir estas bebidas alcohólicas, luego se van a una licorería y las aprehendidas ahora, insisten en ir a continuar a la casa del denunciante”, agrega.
Las mujeres estuvieron cerca de salirse con la suya, ya que luego de darles somníferos a las víctimas, estos se quedaron dormidos y cuando pretendían abandonar el lugar con los objetos de valor que encontraron fueron descubiertas por una familiar.
“La madre ingresa a su departamento, los hace despertar y es cuando se dice que hay unas chicas que estarían sacando los artefactos de su inmueble, razón por la cual inmediatamente vecinos y otros atienden este pedido de auxilio de la madre e inmediatamente son aprehendidas”, finaliza.
Las mujeres fueron trasladadas a dependencias policiales, puestas a conocimiento del Ministerio público y aguardan su audiencia de medidas cautelares.
Las “pildoritas”, operan en locales y discotecas donde captan a hombres para seducirlos y convencerlos de llevarlas a sus casas con la promesa de seguir la fiesta, pero en realidad su intención es incitarlos a consumir bebidas alcohólicas en exceso, darles somníferos para que se queden dormidos y llevarse del lugar todos los objetos de valor.