La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) da unas pautas muy claras. Recomienda huir de la obesidad, hacer ejercicio, llevar una dieta sana y equilibrada rica en fibra, frutas y verduras y reducir al mínimo el consumo de grasas, azúcar y alcohol. “Existen cuatro grupos principales de anticancerígenos en la alimentación: la fibra; las vitaminas C, E, D y A; minerales como el calcio, derivados del azufre, selenio, zinc o magnesio; y otros compuestos inhibidores de tumores como ácidos grasos omega 3, fitoestrógenos, betacarotenos, fenoles o alcaloides”, apunta la doctora Moreno.
1. Tomate. Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, purifica el hígado, reduce el colesterol y de su capacidad para prevenir el cáncer de próstata.
2. Calabaza. Un compuesto que potencia la acción de las vitaminas, minerales y fibra presente en la fruta y la verdura y que reduce el riesgo de padecer cáncer de próstata.
3. Nueces. Consumir a diario un puñado proporciona vitamina E, derivados del azufre, magnesio y fitoestrógenos que reducen el riesgo de padecer cáncer de mama.
4. Frutos rojos. De todos ellos, los arándanos presentan la mayor concentración de quercitina, uno de los flavonoides más estudiados por su actividad antitumoral.
5. El salmón y otros pescados azules como la trucha, la caballa o la sardina son ricos en vitamina D, selenio y ácidos grasos poliinsaturados omega 3 que inhiben los radicales libres, por lo que son buenos contra el cáncer de colon, próstata y mama.
6. El brócoli contiene agentes anticancerígenos como magnesio, cumarinas y alcaloides. Que protege frente a los tumores de pulmón, esófago, laringe, estómago y leucemia.
7. Ajo. «Ajo, cebolla y limón, y olvídate de la inyección”, antioxidantes que protegen frente a determinados tipos de cáncer, como el de mama, pulmón y gástrico.
8. Trigo y centeno. La fibra de algunos cereales favorece el tránsito intestinal capaz de arrastrar sustancias cancerígenas para el organismo.
9. Cúrcuma. Se ha demostrado su efecto protector en tumores experimentales de páncreas y colon y en el cultivo de células humanas de cáncer cerebral, de mama, esófago y colorrectal.
10. Té verde. Tiene propiedades anticancerígenas y actúa como protector contra los efectos de la radiación.
11. Aceite de oliva. Las mujeres que toman cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra al día ven reducido hasta un 68% el riesgo de desarrollar un cáncer de mama.
12. Manzana. Los estudios sugieren que el consumo regular de manzanas podría ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer bucal, de esófago, colon, ovarios y próstata.
13. Coles. Uno de los compuestos fitoquímicos inhibidores de tumores más estudiados son los indoles, y protege frente al cáncer de mama, estómago, hígado y próstata.
14. Espinacas. Son de hoja verde y, por tanto, ricas en vitamina E, magnesio y también saponinas, cuyas propiedades derivan a la destrucción directa de células cancerosas.
15. Orégano. Es rico en fenoles, cumarinas, lactonas y, especialmente, carvacrol, un fitoquímico que, induce a la muerte en las células tumorales del cáncer de próstata.
16. Zanahoria y melocotones. Son una importante fuente de betacarotenos, un fitoquímico que ayuda en la prevención del cáncer de pulmón en personas no fumadoras.
17. Cítricos como la naranja, el limón o el pomelo. Contienen importantes cantidades de alcaloides que inhiben la unión al ADN de agentes cancerígenos como el benzopireno.
18. Algas comestibles, cuentan con fitoestrógenos que inhiben las mutaciones que producen muchos agentes cancerígenos.
19. Setas, como las asiáticas maïtake, shitake, enoki o reishi, pero también nuestro tradicional níscalo, contienen lentinan, un fitoquímico que estimula el sistema inmunitario.
20. Vino. Contiene etanol y polifenoles, que ayudan a mantener una buena salud cardiovascular, reduce el riesgo de tumores intestinales.