Cuando no existe el respeto mutuo, cuando no hay confianza y/o cuando no hay apoyo. Además, algo muy común es que uno de los dos integrantes de la relación suele sentir miedo a posibles reacciones por parte de su pareja. En este último caso, el miedo puede condicionar la actuación o puede condicionar a la persona a no actuar con libertad.
Existe el miedo. El miedo no debe existir en una relación sana. Actuar de determinada manera para intentar evitar las represalias de la otra parte es el indicador principal.
No hay apoyo. No existe el apoyo mutuo, incluido el emocional. Por eso, en muchas ocasiones se tiene que recurrir a terceras personas para hacer frente a algunas situaciones.
No hay confianza. Si no confías en tu pareja y tienes miedo a que te engañe o haga cosas a escondidas.
No acepta el «no». En el caso de que algo no te guste y digas «no», la otra parte tendría que respetar tu decisión.
Amor por interés. Si crees que tu pareja se ha fijado en ti por el dinero, la casa que tienes, etc. y no valora otras cosas podrías estar ante una relación poco sana.
Se mete con tu físico. En el caso de que haga comentarios sobre tu físico como, por ejemplo: has engordado, no me gusta tu nariz, te estás quedando calvo, etc.
Existe control. Esto ocurre cuando una de las dos partes intenta controlar absolutamente todo lo que hace la otra parte y hace preguntas constantes sobre lo que hacen.
Te pone en ridículo en público. Si aprovecha las reuniones con sus amigos o familiares para ponerte en ridículo.
Tienes que ceder en todo. Ante un conflicto te toca ceder siempre a ti porque la otra parte no está dispuesta a dar su brazo a torcer.
Evitación de conflictos. Si sea por el motivo que sea prefieres evitar hablar sobre un tema importante relación toxica en silencio.
No aceptar culpa. Cuando discutís no acepta que tiene su parte de responsabilidad, culpándote siempre a ti de lo que ha pasado.
No te sientes libre. Si no expresas tus opiniones, ideas, pensamientos, etc. por las posibles consecuencias que esto pueda tener.
Te aleja de tu círculo social. Relacionado con el punto anterior, puede darse el caso de que dejes de ver a tu familia o amigos por el motivo de que a tu pareja no les gustan.
Piensa que tiene más valor que tú. Si hace bromas o dice que eres una persona necesitada, débil, menos inteligente, etc. y opina que es él/ella la parte inteligente o crucial de la relación.
Te compara con otras personas. Esto está relacionado con comentarios como: pues mi novia/o anterior sí que hacía esto.
Insultos. Si cuando discutís o tenéis un conflicto se producen insultos, tono de voz muy elevado, etc.
Amenazas. Pueden ser del tipo: «si no haces lo que yo quiero me voy» o «haces esto o verás las consecuencias que puede tener tu rebeldía».
Soledad. En el caso de que tengas pareja y, aun así, te sientas sola/o puede ser otro de las señales de que la relación no te aporta lo que necesitas.
No presta atención a tu entorno. Si cuando quedáis con tus amigos o familiares sientes que les falta el respeto y anda distraido.
Sientes que no tienes futuro. Si piensas que no tienes futuro con tu pareja y/o no te imaginas un futuro con él/ella.