4.000 agentes para la seguridad del partido Francia-Israel

Las autoridades francesas van a desplegar un dispositivo de seguridad excepcional con 4.000 agentes para el partido de fútbol entre Francia e Israel de la Liga de las Naciones que se disputará el próximo jueves.

Ese dispositivo incluirá, además de un fuerte contingente de policías y gendarmes, 1.600 agentes de seguridad en el interior y en las entradas del Estadio de Francia a cargo de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), explicó este domingo el prefecto de policía de París, Laurent Núñez.

Para el prefecto de policía, la enseñanza de esos incidentes es que no basta con que las fuerzas del orden se ocupen de la seguridad entorno al estadio, sino que también deben prestar atención a posibles incidentes en el centro de la ciudad.

Alrededor del Estadio de Francia, habrá «un doble control», uno en el perímetro de protección y luego en las entradas a las instalaciones. En uno y otro, se procederá a una verificación de la identidad de cada persona y a un cacheo para evitar que se introduzcan objetos prohibidos.

El Estadio de Francia tiene unas 80.000 plazas, pero hasta ahora (probablemente por el contexto que rodea al partido) sólo se han vendido una cuarta parte y la FFF ha decidido retirar de la venta una buena parte. Los policías también estarán presentes en las líneas de metro, en las de trenes cercanías que permiten acceder al Estadio de Francia y, con carácter excepcional, igualmente en el interior del estadio, ya que lo ha autorizado la FFF.

Núñez hizo hincapié en que en el interior del estadio sólo se autorizarán banderas francesas e israelíes, no las palestinas. Además, recordó que están prohibidos cualquier tipo de proclamas o mensajes que no sean deportivos, por ejemplo los políticos.

La selección de Israel será objeto de protección «permanente» mientras esté en territorio francés, con agentes del RAID, una unidad de élite de la policía francesa. Será un dispositivo similar al que tuvo el equipo israelí que participó en los Juegos Olímpicos de París el pasado verano. Agencias