Por esta razón, es fundamental seguir un tratamiento guiado por profesionales de la salud y adoptar buenos hábitos como una dieta equilibrada y ejercicio físico regular. En cuanto a los alimentos, hay algunos que pueden consumirse con frecuencia porque son beneficiosos para disminuir los niveles de azúcar en la sangre. El limón es uno de ellos.
LIMÓN PARA REDUCIR EL AZÚCAR EN SANGRE
El limón es una fruta con grandes beneficios para regular el azúcar en la sangre, además de que agrega un gran sabor diferente a las comidas y preparaciones. Por eso, su incorporación a la dieta es una excelente opción para prevenir picos de glucosa y mantener controlada esta cuestión.
Existen 4 maneras de incorporar el limón a la alimentación.
Agua de limón: exprimir el jugo de medio limón en un vaso de agua tibia y beberlo en ayunas ayuda a hidratar y proporcionar una pequeña cantidad de vitamina C, que resulta importante para el control de la glucosa.
En infusiones: las rodajas finas de limón son excelentes acompañantes para infusiones de hierbas. No solo le dará un sabor refrescante, sino que también aportará algunos antioxidantes beneficiosos para la salud.
Aderezo para ensaladas: un aderezo saludable y delicioso se puede fabricar mezclando jugo de limón, aceite de oliva, vinagre y especias. Esto puede funcionar como una alternativa ideal para reemplazar a otros aderezos presentes en el mercado y con alto contenido de azúcar.
Sazonador para alimentos: exprimir algunas gotas de limón sobre alimentos como pescados, pollo, verduras o sopas, agregan un toque de sabor fresco y ácido, evitando así agregar azúcar o sal extra.
Si bien el consumo de limón es bueno para el manejo de los niveles de azúcar en la sangre, también es fundamental seguir una dieta balanceada y controlada en carbohidratos, mantener un estilo de vida activo y realizar un seguimiento médico regular si se padece diabetes o prediabetes.
Cómo afecta el consumo de limón al nivel de glucosa en la sangre
Las frutas ricas en fibra como el limón pueden ayudar a controlar el nivel de glucosa en sangre, evitando así cualquier aumento de los niveles de azúcar. De esta manera, es un alimento beneficioso para las personas con diabetes y para aquellos que poseen un riesgo elevado de contraer la enfermedad.
El poder curativo del limón se debe a su bajo contenido energético, a un nivel equilibrado de sodio y potasio y a que es rico en fibra soluble, que puede retrasar la absorción de glucosa en el torrente sanguíneo, estabilizando así los niveles de azúcar y previniendo los picos altos de la misma.
Según un estudio, el extracto de las cáscaras de limón tiene potencial para prevenir el desarrollo de la obesidad y la diabetes tipo 2. Por eso, se recomienda no desechar la cáscara cuando se usa el limón como remedio para esta afección. Además, la naringenina, un flavonoide presente en esta fruta cítrica, tiene efectos beneficiosos similares a los del medicamento metformina.
Asimismo, posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, reductoras de lípidos que han sido asociados con una mejora en casos de enfermedad renal diabética. El consumo de limón también ayuda a ralentizar la conversión de almidón en azúcar de un alimento de IG alto.