Agencias
Ya hemos comentado las bases de la presión arterial alta, sea esta transitoria, esencial o secundaria. Toca echar mano de un tema más nutricional, pues es hora de nombrar las 5 bebidas que más pueden subir tu presión arterial.
Café
Según la Clínica Mayo, la cafeína puede provocar un aumento corto, pero drástico de la presión arterial. Incluso si la persona que la consume no es hipertensa. En general, no se recomienda ingerir más de cuatro tazas de café al día. En pacientes hipertensos puede ser buena idea reducir este límite y, sobre todo, no tomar la bebida antes de hacer actividades que incrementen la presión arterial de forma natural, como pueden ser el ejercicio o los trabajos físicos. Aún así, no en todas las personas hipertensas se puede correlacionar un aumento de la presión arterial con el café.
Alcohol
Tal y como indica la misma fuente citada en el punto anterior, el alcohol también puede subir la presión arterial a niveles no saludables. Se calcula que beber tres tragos en una salida aumenta de forma esporádica la presión arterial (presión alta episódica), si bien los alcohólicos crónicos pueden desarrollar estos efectos a largo plazo. Un paciente alcohólico que deja progresivamente la bebida puede reducir su presión sistólica de 2 a 4 mmHg y su presión diastólica de 1 a 2 mmHg. Entre otras muchas cosas, dejar la bebida puede favorecer un mejor estado del sistema circulatorio.
Bebidas energéticas
Tal y como reporta esta fuente, estudios han demostrado que, en pacientes jóvenes, la presión diastólica aumenta una media de 3,5 mmHg y la sistólica unos 4,6-6,1 mmHg al consumir estas bebidas. Por ello, se concluyó que pueden provocar un aumento de la presión arterial e incluso generar arritmias.
La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) ha asociado miles de consultas anuales en Estados Unidos a la ingesta de estas bebidas, pues pueden promover paros cardíacos, infartos de miocardio, disecciones coronarias y vasoespasmos. Desde luego, esto nos hace desaconsejar estos productos, independientemente de cuál sea la condición de salud.
Bebidas azucaradas
Estudios sistmáticos de revisión nos muestran que, al menos en 12 investigaciones separadas, se ha puesto a prueba el impacto de las bebidas azucaradas en la presión arterial. En todas las publicaciones se correlacionó la hipertensión con la ingesta de estos líquidos, si bien dos no contaron con suficiente significancia estadística. Aún así, estos resultados cimentan bastante la idea de que los refrescos pueden promover presiones arteriales altas. Además, estas bebidas fomentan el sobrepeso, condición que eleva en dos veces la posibilidad de desarrollar una hipertensión.
Bebidas ricas en sodio
En pacientes hipertensos se suele aconsejar la limitación de las siguientes bebidas: Agua con gas embotellada: posee 200 miligramos de sodio por vaso. Leche y otros lácteos, sean sólidos o líquidos: un vaso de leche tiene 96 miligramos de sodio. Pastillas de caldo: por su alto contenido de glutamato monosódico. Esto no significa que el líquido peligroso deba ser salado sí o sí. Por ejemplo, algunos refrescos zero presentan casi 30 miligramos de sodio por lata y su sabor es dulce.
Por estas razones, toca acudir a la composición nutricional de los alimentos sospechosos y observar sus cualidades y la cantidad de sales que contienen.