Se acerca la temporada de frío y con ella el incremento de enfermedades respiratorias, razón por la cual debemos estar preparados, fortaleciendo nuestras defensas, para evitar enfermarnos.
Sin duda la vitamina C es la reina de las vitaminas para mantener alejados a los resfriados; sin embargo, existe otra vitamina de igual importancia que suele pasar desapercibida. Te contamos que la otra vitamina que necesitas durante el invierno, para prevenir los resfriados, es nada más y nada menos que la vitamina D y aquí te explicamos la razón.
¿Por qué la vitamina D?
Esto es debido a que La vitamina D desempeña un papel crucial en el funcionamiento del sistema inmunitario innato al potenciar las defensas del organismo a través de una acción directa sobre los macrófagos y las células dendríticas, considerados como la primera línea de defensa inmunitaria.
En detalle, la vitamina D activa las capacidades de estas células para que el cuerpo pueda hacer frente a agentes patógenos de una manera más eficaz. Los macrófagos y las células dendríticas son esenciales para neutralizar invasores potencialmente dañinos antes de que se establezcan y se propaguen infecciones
¿Cuáles son los alimentos que aportan vitamina D?
Si bien la principal fuente de vitamina D es el sol y, para mantener los niveles saludables, se recomienda exponerse unos minutos al día, si esto se te dificulta puedes complementar incluyendo a tu dieta alimentos que la aporte.
Uno de los alimentos que son ricos en vitamina D, a través de los cuales puedes obtener una buena dosis, son los pescados azules tales como el salmón, el atún y las sardinas.
Además, también puedes obtener una buena ración por medio del consumo de huevo, debido a que la yema contiene una buena dosis de vitamina D.
Por su parte, el yogurt y algunos tipos de hongos, como los champiñones, también aportan esta vitamina aunque en menor cantidad.
¿Cuáles son estás vitaminas?
VITAMINA C: Esta vitamina se encuentra en múltiples frutas y verduras como la naranja, el kiwi, el limón, el mango, la piña, el pimiento rojo o la col. Ayudando a que nos recuperemos pronto y a expulsar las secreciones que se producen por las infecciones respiratorias. VITAMINA D: La podemos encontrar en los distintos frutos secos (almendras, nueces, avellanas, pistaches, cacahuates, etc.) y en la leche. Además, exponerse bajo el sol por 30 minutos como mínimo (aplicándose siempre protector solar), fortalece esta vitamina y puede ayudar a prevenir infecciones de las vías respiratorias superiores.
VITAMINA A: Se encuentra en muchas verduras de color verde, rojas y anaranjadas como los pimientos y zanahorias. Desempeñando un papel importante en las infecciones y el mantenimiento de la integridad de superficies mucosas.
VITAMINA E: Se encuentra en muchos alimentos básicos como en el cereal integral, frutos secos y aceite de oliva virgen extra. Ayuda a aumentar la respuesta inmunológica.
EL COMPLEJO B12: Es el conjunto de las distintas vitaminas B (B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 y B12) que desempeñan funciones esenciales en el metabolismo celular y en la salud en general. Y se puede encontrar en carnes, pescados, huevos y lácteos.
Por último, los especialistas también recomiendan mantener estables tus niveles de zinc, el cual favorece la acción de las vitaminas antes mencionadas. Este mineral puedes obtenerlo del consumo de carnes rojas, aguacate y almendras.