6 errores que destruyen el núcleo familiar

Por desgracia, existen muchas familias cuya relación falla de manera desastrosa. Esto puede hacer que la unión familiar se disipe y que nadie se sienta cómodo. Para saber cuál es el motivo, lo primero que te recomendamos es tratar de comprender la raíz del problema.

1. Los insultos y las críticas

Las palabras tienen peso y, aunque parezca que no, pueden hacer mucho daño y marcar a las personas de por vida. Se trata de que tu familia sea tu fuente de aliento y apoyo, pero las palabras negativas dañan el núcleo de las relaciones familiares. Existen ocasiones en las que, por una discusión acalorada, dices cosas de manera casual, que los demás pueden pasar por alto, dado que se trata de algo momentáneo. El problema es que esto puede ocasionar que se abran brechas en las relaciones familiares.

2. El chisme

En cualquier caso, el chisme puede ser muy perjudicial. Generalmente, los chismes se dan cuando estás molesto por algo que tiene que ver con la persona acerca de la que se está hablando. Esto puede hacer que te sientas mejor temporalmente, pero no resuelve el problema. Por el contrario, hace que la persona sobre la que inventas cosas comience a desconfiar de ti. Puede que, al darse chismes, los demás miembros de la familia tomen partido del problema y escojan un lado al cual apoyar. Esto solo genera más división en las relaciones familiares. Lo más recomendable es que hables en privado con quien tengas alguna diferencia de pareceres.

3. La falta de inclusión

La inclusión de los miembros es esencial para la unidad familiar en sí. Es importante que incluyas a cada familiar en las decisiones, aun sabiendo que podrían negarse, puesto que de esta forma haces que se sientan parte importante de la misma. Cuando aíslas a un miembro de la familia, este puede comenzar a albergar sentimientos de inferioridad y resentimiento en su corazón. Por ejemplo, si organizas un viaje, salida o actividad, fuera la que fuera, e invitas a todos los miembros de tu familia, ya es decisión de ellos participar o no.

4. El engaño y las mentiras

El engaño en cualquier relación es destructivo. A veces pueden pasar años, e incluso generaciones, para que una mentira se termine desvelando. Ten presente que la verdad siempre prevalece y sale a la luz. Si no puedes ser honesto con tu familia, ¿entonces con quién? Mentir a la familia o incluso esconder cosas pequeñas puede llevar a la ruptura de las relaciones familiares. Esto se debe a que se traiciona la confianza. Mientras más grande sea la mentira, mayor puede ser el daño. Recuerda que tus acciones tienen consecuencias, tanto para ti como para los que te rodean.

5. Falta de aceptación de diferencias

Mientras creces, es común que vivas bajo las normas de tus padres. Tanto tus hermanos como tú recibís la misma disciplina y orientación. Esto no significa que seáis copias exactas unos de los otros. El hecho de vivir bajo el mismo techo no significa que tengáis que compartir los mismos puntos de vista. Como los aspectos políticos o incluso religiosos, por ejemplo. Es importante tener la capacidad de aceptar las opiniones, gustos y preferencias de los demás miembros de la familia.

6. No perdonar o pedir perdón

Las disculpas sinceras son el pegamento más fuerte de las relaciones familiares. Nadie es perfecto y es normal que hasta en las mejores familias hayan discusiones. Palabras tan sencilla como “lo siento mucho por…” pueden crear vínculos familiares fuertes. El mensaje que envías cuando te disculpas es que esta persona te importa y que no deseas que existan malos sentimientos entre los dos. Es importante que recuerdes que en la familia os necesitáis unos a otros. Además, guardar rencor no hace más que daño. Por esto es importante aprender a perdonar y pedir perdón para fortalecer las relaciones familiares.