Los policías de Bolivia que cayeron por sus vínculos con el tráfico ilícito de drogas. Desde 2011, cinco jefes policiales fueron detenidos e investigados por sus nexos con redes dedicadas al tráfico de estupefacientes a escala nacional e internacional.
Tres de ellos estuvieron al frente de la dirección antinarcóticos, convirtiendo así a la institución que lucha contra el ilícito de drogas en el nido de jefes policiales que se escondían a plena vista de todos y detrás del uniforme que se convertiría en su arma privilegiada para romper la ley que la DEA dejó al descubierto, de acuerdo con el informe realizado por la Administración de Control de Drogas.
El jefe antidrogas de la policía boliviana, René Sanabria, fue el primer detenido en febrero de 2011 en Panamá durante un operativo de la DEA para luego ser extraditado a territorio norteamericano, acusado de haber brindado protección a narcotraficantes en 2010.
En marzo de 2015 Oscar Nina, otro jefe antinarcótico fue detenido tras ser sindicado de tener nexos con el cártel de la droga de Sinaloa (México) liderado en aquel entonces por Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, más conocido por su apodo El Chapo Guzmán, con quien presuntamente sostuvo un encuentro.
En abril de 2019 fue capturado Gonzalo Medina, el jefe policial de la fuerza anticrimen de Santa Cruz, al igual que el exjefe de la división de propiedades de la Felcc, capitán Fernando Moreira, ambos acusados de proteger al narcotraficante Pedro Montenegro Paz.
En marzo de 2021 Omar Rojas, un policía conocido como el Pablo Escobar boliviano fue detenido en Colombia después que la DEA lo relacionara con una organización criminal. Por este mismo caso pusieron entre rejas al comandante de la Felcn, Maximiliano Dávila Pérez.
El último escándalo, es el de un operativo en Valle Sacta (Cochabamba), el 25 de marzo, donde operaba un mega laboratorio de droga colombiana que salpica al actual director nacional de la Felcn, José María Velasco. Agencias