Con el paso de los años los huesos se debilitan y pierden densidad, lo que podría ser motivo de lesiones más frecuentes. Asimismo detrás del dolor de huesos puede haber alguna enfermedad por lo que es esencial consultar con un equipo profesional.
El tratamiento para paliar el dolor de huesos puede variar. Para complementarlo y mejorar el dolor más leve existen remedios caseros que se pueden aplicar con facilidad. Descubrimos algunos a continuación.
1. La vitamina D. La vitamina D favorece la absorción del calcio por lo que ayuda a la mineralización de los huesos. En relación al dolor de huesos, puede ayudar a los pacientes que sufren osteoporosis. Por un lado, mejorar la salud esquelética permite reducir el riesgo de fracturas y, en consecuencia, el posible dolor. Pero además, como señalan los autores del artículo citado, ayuda a mitigar el dolor de las mujeres que padecen osteoporosis en la menopausia y de los dolores relacionados con problemas hormonales o inmunológicos. Entre los alimentos naturales que aportan vitamina D destacan los pescados azules. El pescado azul contiene entre un 2 y un 5 % de grasa y una buena cantidad de proteínas.
2. Aceite de bacalao. Extraído del hígado del bacalao, este aceite se ha usado durante mucho tiempo para tratar la artrosis, una enfermedad crónica que afecta la superficie de las articulaciones (las desgasta) y provoca dolor de huesos cuando estos se rozan. Aunque antes se recomendaba para el desarrollo del sistema óseo en los niños, hoy en día se suele emplear más como suplemento para aliviar los síntomas de dolor.
3. Jengibre. El jengibre es una raíz con propiedades analgésicas y antinflamatorias que puede ayudar a reducir el dolor causado por enfermedades óseas como la artritis. De hecho, según este estudio realizado por la Universidad Qazvin (Irán), es igual de efectivo que el ibuprofeno.
Puede emplearse de formas distintas, aunque lo más común es tomarlo en té o aplicarlo en compresas. En ambos casos se utiliza la raíz macerada y agua caliente.
4. Ortiga. La ortiga tiene propiedades diuréticas que ayudan a desinflamar las zonas afectadas por dolor articular o de huesos, tal y como asegura este estudio realizado por la Universidad Isfahan (Irán).
5. Aceites esenciales. Algunos aceites esenciales han demostrado mejorar determinadas propiedades óseas. De esta forma, su aplicación puede mejorar la densidad mineral y prevenir la inflamación y el estrés oxidativo. Los más usados para este fin son los de canela, tomillo, romero o jengibre. Para aplicarlos es necesario diluirlos en algún vehículo portador como aceite de almendras, de coco o de oliva.
6. Aplicación de frío y calor. Este es uno de los métodos más económicos de aliviar en dolor en algunos problemas de salud musculoesquelética como la artritis. Por este motivo se puede probar su aplicación para mejorar el dolor de huesos.
El frío reduce la hinchazón y adormece el área afectada mientras que el calor relaja los músculos, aumenta la circulación y la flexibilidad. Es preferible consultar con un/a profesional para conocer cuál de las dos opciones es más indicada según cada lesión.
7. Ejercicio físico. La actividad física y algunos ejercicios concretos pueden ayudar a reducir el dolor en caso de artritis y osteoporosis. Estos son indicados para aumentar la flexibilidad, el movimiento y fortalecer la musculatura.
Las fracturas de vértebras y cadera debidas a la osteoporosis son una de las principales causas de pérdida de funcionalidad y deterioro de la calidad de vida.
Los ejercicios de yoga se usan como parte de la rehabilitación en pacientes con esta enfermedad. Estos afectan de forma positiva la postura, la flexibilidad y el equilibrio y podrían contribuir a mejorar el dolor crónico.