Parecía una fiesta como cualquier otra, con la excusa de la celebración de las fiestas patrias, pero terminó con una denuncia por violación grupal y la detención preventiva de nueve jugadores de fútbol que militaban en el equipo juvenil del club chileno Cobreloa y que ahora se enfrentan a una posible condena de hasta 15 años de cárcel.
“La manada de Cobreloa” es el nombre con el que algunos medios se refieren a este caso, en referencia a un caso de violación grupal ocurrido en España en 2016 y que sacudió a la opinión pública de la nación europea.
En Chile, sin embargo, la polémica implica un elemento adicional: el hecho de que la justicia haya tardado tanto tiempo en tomar cartas en el asunto, pues la denuncia original fue presentada en septiembre de 2021.
A esto se suma que los nueve imputados eran, cuando ocurrieron los hechos, parte de la cantera juvenil del club de fútbol Cobreloa, que juega en la actualidad en la primera división chilena. De hecho, entre los detenidos hay dos jugadores del primer equipo.
De acuerdo con el relato de la denunciante, la agresión ocurrió la noche del 16 de septiembre de 2021, víspera de la celebración de las fiestas patrias en Chile. La joven, que entonces tenía 18 años, dijo que conocía a uno de los futbolistas de la cantera del Cobreloa y que este la invitó a una fiesta, a la que acudió con una amiga.
El encuentro se realizó en la llamada Casa Naranja, el lugar donde residen los jugadores de la cantera en la ciudad de Calama, en la región de Antofagasta, a unos 1.500 kilómetros al norte de Santiago de Chile.
“Yo fui con uno al baño y yo llegando al baño me encuentro que hay dos personas más. Ahí intento salir del baño y me toman de los brazos y me llevan a una pieza. Ahí habían más personas. Traté de escaparme, pero no…tenían más fuerza que yo”, contó la denunciante a la cadena de televisión TV13. “Ya no accedía, ya no quería y me forzaron a ir a una pieza, donde entraron ocho o 10 personas más y me violaron”, agregó en declaraciones a CHV Noticias.
Al despertar al día siguiente, la joven le contó lo ocurrido a un amigo que la llevó a un hospital para que le hicieran los exámenes correspondientes y con estos acudió ante la Policía de Investigaciones (PDI) a presentar la denuncia. Agencias