Se trata de una banda delincuencial que está conformada por varios integrantes, los cuales usan un modus operandi con el que no levantan sospechas en las víctimas hasta que ya es demasiado tarde. Su último golpe ocurrió en una vivienda en la zona de San Pedro al promediar las 11:30 de la mañana.
Según la alerta operan generalmente en horas de la mañana, simulan ser trabajadores de Semapa, identifican un domicilio y comienzan a manipular el medidor de agua de la calle, logran la atención del dueño de casa y le indican que hay una filtración de agua y necesitan verificar en el interior, consiguen que el dueño de casa les abra la puerta del domicilio para verificar la supuesta fuga.
Inicialmente ingresan dos delincuentes que distraen al dueño, luego ingresa el tercer sujeto que aprovecha el descuido e ingresa a los demás ambientes para buscar dinero y joyas violentando con una herramienta los seguros de muebles y puertas donde existen objetos de valor.
Simulan hacer reparaciones para ganar tiempo y se retiran del domicilio llevándose objetos fáciles de esconder como joyas y dinero.
En todo momento tratan de no mostrar el rostro a sus víctimas mediante el uso de barbijos y sombreros o evitando mirar de frente, también evitan a las cámaras de vigilancia del vecindario para no ser identificados.
Dos llevan sombreros de tela con protección solar del cuello, visten ropa color caqui de trabajo y uno lleva un chaleco naranja de obras públicas. Portan en una bolsa de yute herramientas de albañilería (badilejos, etc) con algo de cemento con lo que fingen hacer reparaciones.
El tercer sujeto tiene acento oriental, lleva casco blanco y tablero de anotaciones con vestimenta casual, jean y camisa. Los tres tienen una estatura mediana 1,60 a 1,70 aprox. y complexión mediana a delgada, entre 25, 30 a 35 años aproximadamente.