Tras tres días de haber sido enterrado en una fosa común, porque supuestamente se desconocía su identidad y ningún familiar había ido por él a la morgue, el día de ayer se conoció que el hombre que el pasado miércoles 26 de marzo fue abatido a tiros por agentes policiales en el municipio de Ivirgarzama, era en realidad un dirigente de las juventudes de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia y del trópico, identificado como Jhonny Cruz.
Según el informe de la Policía, los agentes policiales se encontraban en medio de un operativo de captura de uno de los cabecillas de una peligrosa organización de secuestradores, Ariel Villarroel, quien sería el brazo derecho del fallecido Nabor López.
El director departamental de la FELCC de Cochabamba, Freddy Medinacelli, dijo a los medios que el hombre fue neutralizado en un acto de “defensa propia”, luego de que atacó a los uniformados que intentaron arrestarlo.
El operativo se realizó fuera de una licorería donde había un vagoneta en la que se presumía que estaba Ariel Villarroel.
Sin embargo, el día de ayer se conoció que la víctima abatida por los agentes policiales era Jhonny Cruz, quien aparentemente habría intentado evitar el arresto de un dirigente del transporte de Carrasco, momento en el que los agentes policiales dispararon contra su humanidad.
