Abuelos de la Llajta se dedican a la crianza de llamas

Los abuelos del altiplano cochabambino adoptaron como su actividad la crianza de llamas posicionando al departamento en el cuarto lugar a nivel nacional en la producción camélida.

Su jornada inicia a las seis de la mañana preparan la merienda para todo el día, a las siete sacan a las llamas del corral caminan largas horas hasta encontrar los mejores pastizales observan pastar a su ganado y al atardecer regresan a sus viviendas.

Esta actividad fue asumida por los adultos mayores puesto que los más jóvenes migran desde sus comunidades a los centros urbanos en busca de mejores oportunidades. No obstante, el vicepresidente departamental de la Asociación de Camélidos de Cochabamba (Adepca), Sabino Mamani, señaló que la crianza de llamas es una tradición que está siendo retomada por los nietos. “Nuestros padres y abuelos por tradición siempre se han dedicado a la crianza y nosotros queremos seguir sus pasos”, señaló.

A 4.000 metros de altura el ganado camélido se alimenta de pasto nativo de pastoreo (canafas) y agua de vertiente dando como resultado carne magra y rica en proteínas, libre de hormonas o químicos.

PRODUCCIÓN                

Doce municipios del departamento entre los que se encuentran Cocapata, Sacaba, Tiquipaya, Bolívar, Vacas, Morochata y Quillacollo aglomeran a las más de 7.000 familias que se dedican a la producción camélida en 343 comunidades, precisó Jhoana Álvarez Acuña, médico veterinaria zootecnista.

Cocapata se lleva la corona como el mayor productor con 80.000 cabezas seguido por el municipio de Bolívar con 32.000 ejemplares.

DIFICULTADES

Álvarez indicó que pese a que existe una gran demanda de carne de llama en los mercados la falta de registro sanitario y un matadero o playa de faenado les imposibilita hacer la distribución de esta y sus derivados. 

Los productores cuentan con una playa de faeneo en la comunidad de Calientes en Cocapata; sin embargo, esto no es suficiente para que puedan obtener el registro del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag); por ello, actualmente trabajan para obtener el permiso artesanal para su comercialización.

“No tenemos mataderos ni salas de procesamiento y esto nos impide expandirnos (…) la carencia de infraestructura frena que ingresemos a los supermercados”, señaló Álvarez.

En relación al costo de la carne indicó que esta es accesible a la población ya que oscila entre los 25 y 30 bolivianos por kilo y es comercializada en el Mercado de Granos de Quillacollo y La Pampa.

Por otro lado, la fibra de llama se comercializa a 38 bolivianos el kilo y un ejemplar genera aproximadamente seis libras de lana.

VENTAJAS                                 

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Camélido de Bolivia (Anapca) Alberto Cortez, contó que la crianza de ganado camélido no es complicada puesto que durante todo el año solo se realiza el pastoreo y en dos ocasiones la desparasitación y vitaminización.

“La cría de este ganado no requiere mucho esfuerzo porque las llamitas una vez que ya se han alimentado se postran para descansar y al atardecer retornan a los corrales, no da mucho trabajo a los productores”, aseveró Cortez.

Sostuvo que el gasto económico tampoco es representativo en la producción camélida a diferencia de otros tipos de ganado que demandan un mayor costo.