En Carolina del norte ocurrió un alarmante episodio de violencia doméstica. Un par de adolescentes asesinaron a la pareja de su madre para salvarla de un brutal ataque físico.
Chandra Nierman, madre de tres hijos, acababa de mudarse a Carolina del Norte con su nueva pareja. El plan era formar una familia de cinco integrantes y disfrutar de una nueva vida. Sin embargo, las cosas resultaron de un modo distinto tras dejar Indiana, su lugar de origen.
En horas de la noche la oficina del condado de Rutherford (al oeste de Carolina del Norte) atendió una llamada de denuncia por un tiroteo a medianoche. En cumplimiento de sus obligaciones, la policía acudió a investigar el caso. Al llegar al lugar de los hechos, encontraron el cadáver de un señor de 46 años, muerto a causa de un disparo de arma de fuego.
Según los testimonios de la familia, esa noche hubo un pleito familiar. El difunto agredió a Chandra de forma verbal y física. Profirió amenazas de muerte. Los hijos adolescentes, de 12, 15 y 16 años, contemplaban horrorizados las escenas violentas. Las cosas llegaron a un punto insostenible y los hermanos decidieron actuar en conjunto para salvar a su madre.
La oficina del alguacil asegura que el hombre amenazaba a la mujer con cortarle la garganta y matar a sus hijos. El niño de 11 años corrió a buscar el arma que tenían guardada para emergencias y se la entregó a su hermana. La adolescente de 15 años apuntó al pecho del agresor y disparó el arma en dos ocasiones. En la confusión, una bala rozó la pierna de la hermana mayor. Se trató de una herida leve, pues fue dada de alta del hospital a la tarde siguiente.
La investigación a fondo reveló que el agresor ya había actuado de forma similar en ocasiones anteriores. Quizá sea imposible saber a cuántos ataques previos sobrevivió Chandra, pero hay constancia de al menos dos víctimas más: una mujer en Ohio y otra en Indiana. Ambas mantuvieron una relación sentimental con el occiso, que recibió dos órdenes de restricción por violencia doméstica. Agencias