La agencia de la ONU se basó en un informe de la revista especializada Lancet Global Health, el cual estableció que casi 1.2 millones de menores podrían morir en los próximos seis meses ante la falta de alimentos y por la interrupción de los servicios de salud causados por la pandemia de coronavirus
El riesgo de que los niños mueran de malaria, neumonía o diarrea en los países en desarrollo está en un espiral ascendente como consecuencia de las medidas adoptadas para mitigar el impacto de la pandemia de coronavirus y “supera con creces cualquier amenaza» planteada por el COVID-19, advirtió el viernes Unicef.
Además, en una entrevista exclusiva con el diario británico The Telegraph, el doctor Stefan Peterson, jefe de salud de la agencia de las Naciones Unidas para la infancia, advirtió que los bloqueos o cuarentenas generales impuestos en muchos países de ingresos bajos y medios no son una forma efectiva de controlar COVID-19 y podrían tener otras repercusiones mortales.
“Las medidas de cuarentenas indiscriminadas no tienen un efecto óptimo sobre el virus”, dijo el experto. “Si se le pide a las familias que se queden en casa y eso implica quedarse en una habitación en un barrio pobre, sin comida ni agua, eso no limitará la transmisión del virus”, añadió.
“Me preocupa que las medidas de cierre se hayan multiplicado entre los países ante la falta de certezas sobre qué hacer, con poca contextualización de cada situación local”, dijo Peterson. Agencias