Afines al MAS dirigían impresos “fantasma”

Cuantiosas sumas de dinero fueron captadas por ciertos medios de comunicación impresos que estaban dirigidos por personas vinculadas al Movimiento Al Socialismo (MAS) y que tenían escasa o ninguna aceptación entre la población. En la mayoría de los casos, estos impresos “fantasma” tenían una clara orientación política a favor del partido del expresidente Evo Morales, cuya caída apresuró su cierre o redujo al mínimo sus operaciones.

El Ministerio de Comunicación difundió el martes la pauta publicitaria en medios impresos durante los tres últimos años de Gobierno de Evo Morales (2017, 2018 y 2019) y reveló que muchas publicaciones diarias o semanales captaban mayores recursos estatales que importantes diarios de difusión nacional y con décadas de circulación.

Según una investigación realizada por el diario Página Siete, uno de los medios que más cobró del Gobierno del MAS, Bs 1,9 millones, fue el semanario La Época, del exministro de Gobierno Hugo Moldiz, quien actualmente se encuentra asilado en la residencia de la Embajada de México, en La Paz, tras la crisis poselectoral que desató la caída de Morales.

El semanario Kawsachun Coca, ligado a la radio del mismo nombre, recibió cerca Bs de 1,4 millones. El medio radial es de propiedad de los cocaleros sindicalizados del Chapare y sirve de brazo político sindical de respaldo a Morales, quien desde Argentina participa en un programa difundido en esa emisora.

CHUQUISACA

En el departamento de Chuquisaca circuló también por un tiempo el Libertador, un diario lanzado en su fundación por el exgobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu.

De acuerdo con la información del Ministerio de Comunicación, este periódico recibió más de Bs 2 millones de publicidad. En mayo de 2016, cuando el impreso se presentó en Sucre, Urquizu afirmó: “Si tenemos errores ayúdennos proponiendo ideas, con una crítica constructiva”.

El Libertador captaba altos ingresos por publicidad pese a su escasa presencia en la ciudad de Sucre y algunas pausas en su circulación diaria. Varios periodistas locales denunciaron que no recibían sueldos con regularidad, reclamos que llegaron hasta la Jefatura del Trabajo.

El semanario El Chuquisaqueño fue otro de los medios que circuló en este departamento con una pauta publicitaria de más Bs 700 mil y con fuerte incidencia política. Este semanario dirigido por periodistas de medios oficialistas estaba ligado a José Aramayo y actualmente discontinuó su circulación. 

MÁS CASOS

El semanario Prensa Rural estuvo vinculado a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb). Accedió a una pauta de Bs 2,2 millones. Su director, José Aramayo, negó afinidad del rotativo con el MAS, aunque reconoció “un acuerdo” con la organización de campesinos íntimamente ligada al MAS. 

“Prensa Rural es un semanario de una empresa privada, no es un medio estatal. No tenemos ninguna afinidad con el MAS”, sostuvo Aramayo. “Teníamos un acuerdo para trabajar (con la Csutcb), porque nuestro medio va directamente al área rural y obviamente los campesinos se beneficiaban con nuestras publicaciones al cubrir nosotros las notas de la problemática y los logros que tenía el campesinado en Bolivia”, agregó.  

En esa línea también se considera que están los periódicos El Mamoré de Trinidad, El Progreso de Pando y El Norte al Día de Riberalta, que estuvieron capitaneados desde La Paz por Marco Antonio Santiváñez. Entre estos  tres suman más de Bs 2 millones en pauta publicitaria.  Una fuente contó que los tres rotativos se encargaban de cubrir las noticias locales y oficiales de esas regiones, y que los impresos tenían “eso sí” un alto grado de calidad en papel, diagramado y en lo referido a las fotografías. En un cable difundido el 3 de marzo de 2017, Santiváñez declaró a ANF: “soy afín al proceso de cambio”. 

“Voy a ser claro y directo. No estoy queriendo entrar en confrontaciones. Que la señora Ministra saque todo lo que tiene que sacar y recién veré con mi abogado más qué camino vamos a tomar”, respondió Santiváñez a la consulta del diario paceño.

Otro caso es el Nuestra Voz de Potosí, que era producido por gente afín al MAS vinculada a la Gobernación. Es más, fue lanzado durante la gestión del exgobernador Juan Carlos Cejas. Ese impreso tuvo una publicidad estatal de más de Bs 2 millones.

En 2017 nació la Asociación de Medios Alternativos de Bolivia, fundada por medios considerados “afines” al partido azul.

Entre los asociados estaban El Progreso de Pando, El Chuquisaqueño, Los Andes de El Alto, El Norte al Día de Riberalta, El Mamoré de Trinidad y Kawsachun Coca. Según el ministerio de Comunicación, la pauta de Los Andes fue de dos millones de bolivianos en los tres últimos años de Gobierno dl MAS.

En el MAS indicaron que el Gobierno, con la difusión de los datos, busca desviar la atención ante las recientes denuncias como las de YPFB. “Todo eso quieren desviar: es una cortina de humo.  Tienen una intencionalidad política, de desviar la atención de los actos y hechos de corrupción, robo y asalto al Estado”, afirmó el diputado Franklin Flores.

En tanto que, en Demócratas, fuerza que integra la alianza Juntos, ven corrupción. «Estamos haciendo una solicitud de un informe para que se nos detalle el nombre de los propietarios de cada uno de estos medios», sostuvo el diputado Tomás Monasterios. Agencias