Calles y mercados de la ciudad nuevamente se ven afectados por los taponamientos en desagües y alcantarillas luego de una intensa lluvia en la ciudad. Fueron pocos minutos de precipitación que ocasionaron inundaciones en las calles y filtraciones en los centros de abasto, que luego quedaron con malos olores.
En el caso de estos últimos, los comerciantes y compradores notaron el mal estado del alcantarillado y que el agua que se desecha en estos canales empezó a salir nuevamente a los pasillos. El mal olor que genera estas aguas causo leves daños en la salud e incomodidad para quienes circulan por estos lugares.
Los comerciantes aseguran que en pasadas ocasiones acudieron a las autoridades para recibir ayuda, pero hasta ahora no reciben respuestas.
La situación es similar en las calles, puesto que luego de breves instantes con lluvia intensa, varias vías se llenaron de agua debido a que los desagües se encontrarían obstruidos.
Son varios los puntos en los que esta situación fue evidenciada, tanto en la zona central como la calle Colombia y paralelas; también en la zona norte, sobre la Juan de la Rosa y también saliendo del municipio, en la avenida Blanco Galindo.
La responsabilidad sobre esta situación recae en la misma población, puesto que cada ciudadano es responsable de la basura que posee y que debe tirar en contenedores específicos. Permanece en la población la mala costumbre de tirar la basura en la calle o en las veredas considerando esto como una acción sin importancia.
Este tipo de actitudes son las que ocasionan que la basura se acumule en puntos específicos y que envases plásticos terminen obstruyendo el paso de las aguas en desagües, como consecuencia, se inunda todo alrededor y es la misma población que luego exige soluciones sin hacerse responsable. Las autoridades instan a tomar mayor cautela con esta situación y evitar contribuir al perjuicio en contra del tránsito y las casas cercanas.