Con la nariz chueca dejó a su concubina, un sujeto de 30 años tras agarrarle a puñetes por celos, puesto que habría recibido una llamada telefónica supuestamente de un hombre.
Acusándole que sería su amante, la agarró a puños, bañada en sangre la víctima, llamó en ese instante al número que le llamó para demostrar a su pareja que no tenía otro hombre en su vida.
Cuando entró la llamada, resultó ser el padre de la víctima, a lo que el agresor no supo que decir, le pidió disculpas a su pareja de rodillas.
Sin embargo, la mujer para que escarmiente llamó a la policía y lo denunció por agresiones físicas. Los uniformados se constituyeron al domicilio ubicado en la zona sur para trasladar al agresor a celdas policiales.
Pasó las 8 horas de arresto y posterior fue liberado, ya que la víctima desistió en la denuncia.