Albañil descuartizó y violó 12 hombres

Se trata de Andrés Ulises Castillo Villarreal o Ulises Andrés Castillo Villagrán, de 35 años, de la ciudad de México, presunto responsable de homicidio calificado contra Lorenzo Ernesto Olivas Berrios, Daniel Alfonso Rodríguez Morales y Fernando Valles Gandarilla.

También se le acusa de violación y amenaza de muerte en perjuicio de otras dos víctimas con identidad reservada; sobre los 12 homicidios, el fiscal general Jorge González Nicolás informó que fueron cometidos con alto grado de brutalidad, “de carácter sexual y con consumo de droga conocida como cristal”.

Las investigaciones iniciaron el 17 de noviembre del año pasado, cuando se encontraron algunas extremidades inferiores humanas en el patio de una casa abandonada y vandalizada en la colonia Desarrollo Urbano, conocida como la “colonia del terror”; dos días después hallaron el resto del cuerpo en la calle 11 y Álamo.

Detalló que el supuesto asesino, que se dedica a la albañilería, también privó de la vida a una tercera víctima que inhumó en una de las habitaciones donde vivía. Olivas Berrios fue agredido por el imputado en el domicilio con un objeto contuso con el que le causó traumatismo craneoencefálico severo y posteriormente descuartizó el cuerpo.

El segundo caso se descubrió a raíz de que la mañana del 13 de diciembre, en la calle 11 y Álamo, fue localizado otro cuerpo desmembrado, identificado como Daniel Alfonso Rodríguez Morales, de 22 años, a quien se vio por última vez la tarde del 12 de diciembre, cuando caminaba en la vía pública de ese sector.

Las investigaciones científicas revelaron que fue esa noche en el interior de un domicilio de la misma colonia, donde el detenido tenía viviendo un mes.

“Se determinó que el homicida utilizó en ambos crímenes el mismo modus operandi, incluso la misma segueta para cortar los cuerpos y la carretilla en la que los cargó hasta el lugar donde dejó las extremidades, instrumentos que fueron localizados en el domicilio marcado con el número 6841 de la calle 11 y Álamo”, dijo el fiscal.

La policía estatal, división Investigación, localizó el 18 de diciembre, en una de las habitaciones del domicilio citado, un cuerpo de sexo masculino inhumado clandestinamente e identificado como Fernando Valles Gandarilla.

Pruebas de ADN confirmaron su identidad: las autoridades revelaron que la noche del 13 de noviembre, la víctima fue a un bar llamado California y ubicado en el cruce de la avenida Nueva España y Francisco R. Almada, donde conoció a Castillo Villareal.

Se fueron juntos a su casa en la calle Novena, donde después de consumir metanfetaminas, el asesino golpeó, violó y asesinó a la víctima. Medios informaron que le pegó a su cráneo con un martillo hasta destruirlo.Tras descuartizar el cuerpo en el baño, amenazó y obligó a un adolescente a ayudarlo a transportar los restos. Después de deshacerse del cuerpo regresaron al domicilio, donde limpiaron y pintaron las paredes llenas de sangre. El Descuartizador de Chihuahua también violó al adolescente y después lo asesinó.

En las viviendas encontraron cobijas y trapos en los que estaban enredados los cuerpos, bolsas de polietileno con extremidades, manchas de sangre, la pintura con la que trató de cubrir huellas, guantes de látex, juguetes infantiles que dejó junto a los cadáveres, una carretilla, una credencial de una empresa de seguridad privada con fotografía a nombre de Andrés Ulises Castillo, una segueta y un par de zapatos negro, todos con manchas de sangre.

La entidad federativa de Chihuahua, al norte de México, es conocida por distintos crímenes como las muertas de Juárez. Sin embargo, existe el caso de un asesino serial que habitó y mató en el estado y que pocos conocen.

Andrés Ulises Castillo Villarreal nació en la capital, Chihuahua, en 1980. Entre los años 2009 y 2015 asesinó y violó a por lo menos tres hombres jóvenes. También abusó sexualmente a un adolescente. Pero él mismo confesó haber matado a 12 personas.

La historia lo identificaría como El Descuartizador de Chihuahua o El Descuartizador de la Desarrollo Urbano. En el 2017 fue sentenciado a una condena de 120 años de cárcel. Agencias