Más de mil personas dedicadas al armado de graderías y alquiler de sillas en el Corso de Corsos, van dos meses esperando la devolución del costo de alquiler de sus espacios, mientras la Alcaldía no da fecha para dicha devolución.
Estas personas que su único ingreso económico es la venta de graderías en el Corso de Corsos y los desfiles escolares-militares por el 6 de Agosto y 14 de Septiembre se encuentran en estado de emergencia, ya que este año no tendrán ningún ingreso económico por culpa de la mazamorra en Tiquipaya y la pandemia del coronavirus.
DEUDA DE MEDIO MILLÓN
Son dos meses que la Alcaldía no nos da una fecha para que nos devuelvan lo que pagamos por el espacio y para el recojo de basura que nos pide EMSA, informó Mario Rodríguez representante de los dueños de graderías.
Rodríguez explicó que todos sus afiliados pagaron entre Bs. 250 a 600 para tener un espacio dónde armar sus asientos o graderías, por lo que la deuda del municipio asciende al medio millón de bolivianos.
«Muchos compañeros nos exigen como dirigentes la devolución del dinero, porque hay muchos que se han prestado el dinero», resaltó.
Aunque intentaron tener una reunión con alguna autoridad municipal, esto no fue posible, porque la Alcaldía trabaja a media máquina y no había autoridades con quién hablar.
Sabemos que estamos en cuarentena, pero desde el lunes todo estará un poco más normal, señaló Rodríguez, indicando que si hasta ese día no hay una reunión con las autoridades, este sector podría ingresar en una huelga de hambre.
CORSO CANCELADO
Esta gestión el Corso de Corsos tuvo una serie de modificaciones, ya que primero se cambió el recorrido, llevándolo a la avenida Beijing y debía realizarse el 29 de febrero. Se postergó la actividad a causa de la mazamorra que sucedió en Tiquipaya, debiendo realizarse el 14 de marzo en la ruta tradicional del Prado, pero una semana éste fue cancelado.