Alimentos para prevenir trombosis y embolias

Las trombosis y embolias hacen referencia a la obstrucción de un vaso sanguíneo que puede producir la muerte. Ahora bien, la trombosis se origina en venas o arterias. Mientras que, la embolia es la propia migración de ese trombo por el canal circulatorio.Este es un riesgo patente que sufren muchas personas que, por ejemplo, padecen de las clásicas varices.

No hay un único origen. Las trombosis y embolia parten de diferentes factores. Estos por lo general hacen referencia a nuestro estilo de vida, la genética y diversas enfermedades asociadas. Algunas causas, de acuerdo a la reconocida clínica Mayo, pueden ser:

Tener niveles altos de colesterol y triglicéridos. Pasar mucho tiempo sentado. Tomar píldoras anticonceptivas u hormonas estrógeno (especialmente en las mujeres que fuman). Haber pasado por algún tipo de cirugía. El embarazo. Padecer obesidad. Tener problemas cardíacos o de riñón. Antecedentes genéticos.

Tal y como podemos ver, muchas de estas causas no las podemos evitar. Ahora bien, el que hayamos dado a luz o que tengamos colesterol alto, por ejemplo, no significa que vayamos a sufrir un trombo. Hay un riesgo, no una causa-efecto.

Veamos ahora con más exactitud cómo se diferencia una trombosis de una embolia:

Trombo: acumulación de sangre en una arteria debido a una coagulación, a la alteración de un vaso sanguíneo o la rotura de una pared arterial.

Los émbolos son resultados del trombo, o bien acumulaciones de grasa, de líquido amniótico. O incluso de burbujas de dióxido de carbono en caso de los buzos o las personas que practican el submarinismo.

La embolia es la obstrucción de una arteria en cualquier parte del cuerpo, como por ejemplo los pulmones.

¿Qué alimentos pueden ayudarme a prevenir la trombosis y las embolias?

LIMÓN

En nuestro espacio te hablamos en numerosas ocasiones sobre los beneficios del limón. Ahora bien, ya conocemos que es adecuado para fortalecer el sistema inmunitario, para eliminar toxinas y para combatir el efecto de los radicales libres. No lo dudes, no dejes pasar un día sin tomar un vaso de jugo de limón o aderezar tus ensaladas con un poco de su zumo.

ACEITE DE OLIVA

El aceite de oliva extra virgen es un regalo de la naturaleza rico en ácidos grasos omega 6 e ideal para reducir el nivel del colesterol malo o LDL de la sangre. Gracias al aceite de oliva mantenemos las arterias flexibles y reducimos la placa aterosclerótica, que siempre dificulta el  flujo sanguíneo y que acelera el riesgo de sufrir un trombo.

EL AGUACATE

El aguacate, consumido con equilibrio y moderación, no engorda y es tan saludable o más que el propio aceite de oliva. No dudes en disfrutar de medio aguacate 3 veces por semana en tu desayuno. Tu salud lo agradecerá.

DIENTE DE AJO

Consume un diente de ajo, como mínimo, al día. Es rico en alicina, una enzima medicinal que cuida de tu salud cardiovascular, de tu sistema inmunitario y que, a su vez, tiene un efecto anticoagulante.

LA ALCACHOFA

Incluir en tus cenas alcachofas cocidas con un poco de vinagre, aceite de oliva y limón es una opción más que recomendable. ¡Es sensacional! Esta hortaliza es una de las mejores para prevenir trombosis y embolias, según afirma este estudio realizado por la Universidad de Pavia (Italia).

EL APIO

El apio es rico en antioxidantes, vitaminas y un tipo de fitoelementos que regulan tu tensión arterial. Si consumes apio de modo regular, ya sea de forma natural o en jugo, disfrutarás de una arterias más anchas, flexibles y con menos placa aterosclerótica.

ZUMO DE ARÁNDANO

Entre las opciones naturales más recomendables para mejorar la circulación sanguínea están, sin duda, los arándanos. Gracias a ellos mejoramos la circulación sanguínea debido a sus efectos anticoagulantes. Consume arándanos en zumo, secos o incluso congelados si no te es posible conseguirlos de temporada.

¿VINO TINTO?

Suele decirse que si tomas un vaso de vino tinto al día, reducirás la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco o una trombosis. Sin embargo, no existen evidencias científicas que avalen dicha afirmación.

LAS ZANAHORIAS

Las zanahorias nos encantan. Son refrescantes, suaves al paladar, combinan con todo y, además, nos ayudan a prevenir trombos y embolias. Lo consiguen porque son una fuente muy adecuada de beta-carotenos. Esta sustancia es capaz de reducir el riesgo de la aparición de ataques cardíacos y equilibrar los niveles de colesterol, según asegura este estudio realizado por la Universidad Federal de Río de Janeiro.