Actualmente se adelantan varias investigaciones sobre la relación entre la alimentación y el cáncer de mama. Nos hablan acerca de algunos alimentos que conviene incluir en la dieta para reducir, mas no eliminar, el riesgo de padecer cáncer de mama. Son los siguientes.
FRUTAS Y VERDURAS. Las mujeres de esta investigación comían 5,5 porciones de frutas y verduras al día. Esto equivale a una taza de verduras crudas o cocidas y una taza de frutas diariamente. Así mismo, quienes tenían ese tipo de dieta y desarrollaban cáncer de mama, presentaban tumores menos agresivos.
El elevado consumo de verduras y frutas en la dieta mediterránea aporta cantidades considerables de polifenoles y fibra, ambos sugeridos para prevenir la carcinogénesis.
LEGUMBRES
Las legumbres son alimentos muy ricos en fibra. Por eso es recomendable incluir en la dieta granos como garbanzos, los guisantes y los fríjoles. Las lentejas merecen mención aparte, ya que también tienen alto contenido de antioxidantes. Lo recomendable es consumir una taza, dos veces por semana.
ALIMENTOS CON BETACAROTENO. El betacaroteno es un tipo de pigmento que está presente en algunas plantas. A su vez, la vitamina A es fundamental para el buen funcionamiento del sistema inmunitario, e influye de manera decisiva en el crecimiento y desarrollo. Los principales alimentos que lo contienen son la zanahoria, el pimiento rojo, la calabaza y el camote. También frutas como la naranja, papaya, melocotón y mandarina.
Según algunos estudios, existe una asociación entre el consumo de betacarotenos con una reducción del riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, son necesarios más estudios.
ALIMENTOS CON POLIFENOLES. Micronutrientes con actividad antioxidante en el organismo. Contribuyen a proteger las células del cuerpo de los daños ocasionados por los llamados radicales libres. Están en especias como el clavo, la menta y el anís, entre otros. También en las alcaparras, aceitunas negras, chocolate amargo, bayas, avellanas, etc.
COMPUESTOS DE ALLIUM. El consumo de vegetales del género Allium y un menor riesgo de padecer cáncer. Esto incluye al cáncer de mama, por supuesto y reducen los procesos de bioactivación de los carcinógenos. Asimismo, la cebolla morada tiene un alto contenido de quercetina, que produce los mismos efectos.
ALIMENTOS CON LICOPENO. Se ha podido establecer que influye en el metabolismo carcinogénico, induciendo la activación de ciertas enzimas. Por eso los alimentos que lo contienen podrían contribuir a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama, pero son necesarias más investigaciones.
Se encuentra principalmente en el tomate rojo. Los expertos aconsejan consumir el tomate crudo o cocido en aceite de oliva. El licopeno se encuentra en menor proporción en la sandía, la guayaba, la calabaza, el pimiento rojo, el pomelo y la zanahoria.
Como hemos comentado al principio, ningún alimento tiene la capacidad de eliminar el riesgo de padecer cáncer, puesto que depende de múltiples factores. No obstante, se cree que algunos alimentos tienen propiedades que podrían contribuir a reducir ese riesgo.