El proceso de maduración que necesita el sistema digestivo hace que la mayoría de los bebés no estén preparados para digerir ciertos alimentos durante los primeros meses de vida cuando, además, los beneficios de la leche materna tienden a ser suficientes para cubrir las necesidades alimentarias de las que dependen los pequeños en su etapa de nutrición.
Desde el momento en que el bebé nace y va creciendo quiere probar todo tipo de comida que contienen nuestros platos. Esto nos llevará a añadir variedad de comestibles, pero hay que tener claro que no todos los alimentos son sanos y nutritivos, pues existe el caso de los que se consideran tóxicos y peligrosos para la vida de los bebés.
Conoce los 4 alimentos tóxicos y peligrosos
1. Jugos de frutas y sodas con gaseosa
Es cierto que los jugos están hechos de frutas, pero eso no significa que sean sanos. La fibra que contienen las frutas frescas, por ejemplo, se pierde casi totalmente a través del proceso de fabricación de jugos y lo que queda es un montón de azúcar. Los jugos también pueden causar diarrea a algunos bebés, dependiendo de la condición estomacal y de los factores de nutrición. Lo mejor es limitar el consumo de los mismos, como señala este artículo publicado en el Boletín de la Sociedad de Pediatría de Aragón, La Rioja y Soria.
Por cierto, no te dejes engañar por las afirmaciones de muchos fabricantes de que sus jugos de fruta contienen la vitamina C que los bebés necesitan. Los bebés entre 6 y 12 meses pueden recibir pequeñas cantidades de agua, pero la leche materna o de fórmula debe seguir siendo su principal bebida.
2. Trozos de embutidos o frutos secos
Las comidas duras, pegajosas, escurridizas, en trozos grandes y redondos se consideran peligrosas para los niños pequeños porque se pueden atragantar fácilmente con ellas (un trozo de zanahoria cruda, por ejemplo).
En consecuencia, no le des a tu bebé salchichas, chorizo, trozos grandes de carne o de queso, uvas enteras, maíz inflado, vegetales duros o crudos, ni tampoco, nueces y semillas. Una vez que empieces a ofrecerle a tu bebé alimentos que pueda tomar con sus dedos, asegúrate de que esos comestibles estén cortados en trocitos pequeños.
Es importante saber que los bebés deben seguir una dieta bastante estricta en alimentos y, preferiblemente, debe estar ligada a los nutrientes que recibe a través de la lactancia materna.
3. El azúcar es uno de los alimentos tóxicos
Dar de comer cosas dulces a un bebé le puede provocar fluctuaciones de azúcar en la sangre y caries, además de ser una terrible irresponsabilidad por parte de los adultos que administran esta sustancia a los bebés. Recuerda que su paladar tiene una constante transformación por la cual experimentan los distintos sabores y aromas que perciben con un poco de predilección hacia lo dulce, como el sabor de la leche materna, que es algo dulce.
Sin embargo, las contraindicaciones y las consecuencias del azúcar en dulces, caramelos, sodas, postres, batidos, etc., generan enfermedades graves y trastornos de sueño. El azúcar en su justa medida no debería ser considerado malo, pero recuerda que la nutrición de un bebé está absolutamente proporcionada y asegurada con un par de alimentos que ya dispone de antemano la madre. Estos son los siguientes:
4. El agua.
Alterar esos valores nutritivos desmejora la calidad de los alimentos y predispone a los bebés a cada vez más dosis azucaradas, cuestión que, al crecer, se transformará en desórdenes cognitivos, rechazo a frutas, a vegetales y hortalizas y a cuentas ostentosas en el pediatra y el odontólogo (caries, sarro, gingivitis, etc.). Y así lo evidencia este artículo publicado en la Revista Odontología Pediátrica.