Almas, fantasmas y milagros en Todos Santos

La cultura popular paceña guarda decenas de historias alimentadas de mitos y tradiciones. Este año la Alcaldía prohibió la apertura de “Casas de Terror”.

FANTASMA DE WENCESLAO MONROY

Dicen que los fantasmas y las almas pocas se ven, casi siempre se sienten. Llegan como una descarga de electricidad que recorre  la espalda hasta erizar los pelos de la nuca. Traen consigo frío y cierta inquietud en el pecho y el estómago. Dicen.

“A mí me sangró la nariz y me enfermé con fiebre por tres días”, afirma Inés Cortés al recordar cómo conoció al fantasma más famoso de la urbe: El Tío Ubico, amo y señor del Teatro Municipal de La Paz.

Cuenta que hace 30 años cuando trabajaba en un vestuario del teatro oyó sonar un piano. Siguió la melodía hasta el camerino que está debajo del escenario y vio a un hombre de espaldas que vestía   frac negro y sombrero  de copa alta. Cuando la imagen desapareció, ella se dio cuenta de que le sangraba la nariz.

Artistas y funcionarios ediles  aseguran que ese hombre no es más que el Tío Ubico,  el fantasma del actor  y dramaturgo Wenceslao Monroy (1881 – 1954). Afirman que  en más de una ocasión   ha hecho de las suyas a quienes llegan hasta el escenario.

FANTASMA EN RADIO ERBOL

Pero no es el único fantasma que deambula  por la sede de Gobierno. A unas cuadras, en la calle Ballivián, está el edificio que alberga a  Radio Erbol. Afirman que allí aparece un hombre que recorre los pasillos, hace crujir los pisos  y de vez en cuando le da un susto a algún trabajador.

“Cuando me quedaba a trabajar hasta tarde en producción, se sentía algo extraño en el lugar. Una ocasión fui el último en salir, estaba solo y al apagar la luz sentí que había alguien más. Mientras iba hacia la puerta en completa oscuridad sentí un soplo helado… como si alguien me respirara en la nuca. Se me erizaron los cabellos y salí volando”, cuenta Miguel Escóbar, extrabajor de la radio.

Según relatan  quienes pasaron por la emisora,  uno de los antiguos habitantes  del  edificio falleció en una tina de baño en  el quinto piso. Desde entonces su presencia se siente en  el lugar.

“Después de lo que me pasó, el portero me dijo que para que el fantasma  no moleste hay que cantar o poner música fuerte. Nunca más me quede en silencio”, añade Miguel.

POLICÍA ATROPELLADO

Y es que quienes creen en los fantasmas aseguran  que  son seres que después de morir se quedan entre nosotros para recorrer los lugares que  habitaron o para volver al sitio donde fallecieron. También para cumplir lo que dejaron pendiente, como el cadete de Policía que perdió la vida atropellado cerca de la plaza Abaroa y que ahora es visto dirigiendo el  tránsito por las madrugadas.

FANTASA DE CHOLITA

En Chuquiaguillo, los conductores de vehículos que hacen el servicio de transporte a los Yungas  afirman que una joven de pollera se les aparece causando accidentes. La ven  en el camino frente a los minibuses y rápidamente desaparece.

FANTASMA DE NIÑA

En Pura Pura, los vecinos y los efectivos  de la unidad policial coinciden en que hay una niña que recorre la zona. Uno de los efectivos del verde olivo -que hace años prestó sus servicios en dicha unidad- señala que desde el bosquecillo una niña  vigila. Varios la han sentido mientras los observa dormir.

En el bosquecillo esa niña no es el único evento paranormal. Los vecinos afirman que el lugar está habitado por  duendes.

ALMAS MILAGROSAS

A diario el Cementerio General recibe cientos de visitas, muchas de ellas van específicamente a ciertas tumbas, las de las almas milagrosas. Las de  Carlos Palenque o  Carla  y Jesús son las tumbas  a las que muchos llegan a pedir favores.

 “Es el santo de los pobres, todavía hay quienes venimos a pedirle ayuda  en la dificultad”, señala Rosario V. frente a la lápida de El Compadre.

Por muchos meses no pudo visitar la tumba de Palenque y ve con alivio que los floreros vacíos durante la pandemia ahora están  llenos. “Nadie podía venir, estaba sin flores el Compadre. Solito  ha debido estar  tocando su charango”, afirma.

Cerca de Todos Santos, son muchos los que visitan el lugar y que aseguran que han sentido su presencia. Floreros o vasos que se rompen o caen son parte de las señales. Margarita Machicado es una de sus seguidoras que año tras año prepara una mesa para hacer rezar al Compadre. Asegura que formó parte del grupo que acompañó las diferentes campañas electorales en las que el músico y radialista participó con Condepa.

Su alma siempre llega, nunca nos deja esperando. Él era bien querendón de nuestra identidad y cultura. Nos enseñaba que siempre teníamos que practicar lo nuestro. Así, cómo va a faltar él a su propia tradición”, sostiene.

Además de la tumba de Palenque, dentro del cementerio hay dos sitios en los que se encuentran las almas olvidadas. Son fosas comunes   en las que descansan los cuerpos que no tienen quién los reclame ni les dé una sepultura.

“A ellas se les pide y te hablan en sueños. Hay que traerles flores, cigarro y coca. Se les prende velas, se eleva una oración por ellas y se les charla. Son milagrosas, la gente viene a entregarle sus penas”, dice Delfina T.

 A estas almas les piden de todo: salud, dinero, amor y hasta desgracias para otros. Por este motivo, además de la limpieza del lugar,  la administración del campo santo impuso ciertas restricciones.

“Prohibido: prender velas negras o de colores, enterrar cosas y objetos, echar coca, frutas, azúcar   y bebidas en la pared”, advierte   un letrero. “Dicen que es para que esté limpio, pero es también porque viene gente a pedir cosas malas para otros”, dijo una de las cuidadoras.

 En los últimos años hay un par de tumbas a las que llegan creyentes desde todas partes del país. Son los nichos de Carla y Jesús, los enamorados que fueron brutalmente asesinados la mañana del 1 de enero de 2018. Han pasado dos años y hasta sus tumbas contiguas llegan flores, serenatas  y cartas pidiendo favores. Agencias