La polémica en torno a la descalificación de la velocista estadounidense Sha’Carri Richardson captó la atención de la Casa Blanca y de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas: no está decidido aún, pero el gobierno de Estados Unidos debate si tiene sentido sacar a la marihuana de la lista de sustancias prohibidas en el deporte.
La velocista, de 21 años, ganó una plaza en la prueba de 100 metros en Tokio este mes en los “trials” olímpicos de Estados Unidos, pero la perdió días después al dar positivo por cannabis. Richardson dice que consumió marihuana en Oregón como forma de ayudar a sobrellevar la noticia de que su madre biológica había muerto. El consumo personal de marihuana en Oregón es legal.
Pero el cannabis está claramente prohibido por la Agencia Mundial Antidoping (AMA) y los infractores están sujetos a sanciones. En este caso, una suspensión de 30 días, el tiempo suficiente para mantenerla fuera de combate en Tokio.
A raíz de la polémica, el gobierno estadounidense parece estar abierto a lanzar una iniciativa para sacar el cannabis de la lista de sustancias prohibidas de la AMA.