En Estados Unidos, David Maggs, de 71 años, que se declaró culpable de homicidio por responsabilidad disminuida, señaló que se había “quedado en blanco” durante el ataque.
Sin embargo, un jurado le declaró culpable de asesinar a su esposa Linda después de que dijera a los agentes de policía en el lugar de los hechos: “Llevo treinta años casado con ella y no sabe mantener la boca cerrada, así que la maté”.
La pareja había estado junta durante 28 años, pero Linda estaba en proceso de divorciarse de su marido, según comentó el Tribunal de la Corona de Cardiff.
En su sentencia, el juez Michael Fitton describió a David Maggs como un “hombre egocéntrico, interesado, amargado y desagradable”. Afirmó que Maggs no había mostrado ningún remordimiento por el asesinato.
El juez Fitton indicó que Linda, que antes era conocida como Linda Minahan, había muerto “no solo de dolor sino de terror”.