El director de Competiciones de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Adrián Monje, comentó que las autoridades del país aguardan la normalidad en las actividades para analizar el regreso del torneo local. Monje contó que la otra alternativa sería comprometerse a cumplir de manera estricta el protocolo de bioseguridad.
De los catorce clubes profesionales nueve obtuvieron el protocolo de bioseguridad aprobado por el Gobierno, para volver a los entrenamientos. De lo cuáles, Wilstermann, Bolívar y Oriente Petrolero trabajan en sus respectivos distritos.
Actualmente se registra a 106.000 contagiados por Covid-19 en Bolivia y el índice tiende a subir en los próximos días. El Viceministerio de Deportes espera que la curva descienda para analizar un posible regreso del fútbol profesional, aunque no sería el único requisito.
“Para iniciar el torneo se debe analizar el comportamiento de la pandemia, debe regularizarse los vuelos, también el transporte terrestre, debe existir hotelería; para controlar un partido debe estar la policía y no tendría que estar dentro del estadio porque no habrá gente, pero nos puede llegar a suceder lo que pasó en Perú, que fueron los hinchas (de Universitario) a alentar y eso generó aglomeración a personas”, dijo Monje.
Dato
El funcionario de la Federación explicó que el presente no es alentar para volver al fútbol, “debe haber normalidad en el país”. Monje comentó que la otra salida sería asegurar a las autoridades gubernamentales que el protocolo se cumplirá a rajatabla.
Bolívar y Wilstermann trabajar en concentración cerrada para evitar contagios y que los futbolistas tengan contacto con otras personas. Mientras que Oriente Petrolero no sigue el mismo protocolo porque los jugadores vuelven a sus domicilios, pero no todos tienen la opción de contar con un vehículo propio.
“En Europa los 35 jugadores van en sus movilidades no tuvieron mucho inconveniente, porque tenías certeza que irían a sus domicilios sin tener contacto con otra persona. Mientras que en nuestro medio habrá un 20% de los jugadores que tienen vehículos propios, los demás usan transportes públicos, taxis y los más jóvenes usan micros”, argumentó Monje, quien también señaló que todas las instituciones deportivas no tienen similares recursos económicos. Agencias.