La búsqueda de tratamientos eficaces contra la enfermedad pandémica Covid-19, provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, ha llevado a unos investigadores a encontrar un aliado inesperado para su trabajo: las llamas.
El equipo internacional integrado, entre otros, por Jason McLellan y Daniel Wrapp, de la Universidad de Texas en la ciudad estadounidense de Austin, combinó dos copias de un tipo especial de anticuerpo producido por las llamas para crear un nuevo anticuerpo que se enlaza firmemente a una proteína crucial del coronavirus de la Covid-19. Esta proteína, comúnmente referida como la proteína de púa, permite que el virus entre en las células. Los experimentos indican que el anticuerpo bloquea a los virus que tienen esta proteína de púa, de tal modo que impide que infecten a las células.
El equipo se está preparando ahora para realizar estudios preclínicos en animales como hámsteres o primates no humanos, con la esperanza de que los resultados justifiquen pasar a la fase de ensayos en humanos. El objetivo final es desarrollar un tratamiento que ayude a las personas poco después de infectarse con el coronavirus.
«Las vacunas deben ser administradas uno o dos meses antes de la infección para proporcionar protección», explica McLellan. «Con las terapias de anticuerpos, se le da directamente a la persona los anticuerpos protectores y así, inmediatamente después del tratamiento, ya puede quedar protegida. Los anticuerpos también pueden ser usados para tratar a alguien que ya está enfermo, a fin de disminuir la gravedad de su enfermedad».
Esto resultaría especialmente útil para los grupos vulnerables, como las personas de la tercera edad, cuyo sistema inmunitario puede estar debilitado. Los trabajadores de la salud y otras personas con mayor riesgo de exposición al virus también pueden beneficiarse de una protección inmediata.
Cuando el sistema inmunitario de las llamas detecta invasores, como bacterias y virus, estos animales (y otros camélidos como las alpacas) producen dos tipos de anticuerpos: uno que es similar a los anticuerpos humanos y otro que tiene solo una cuarta parte del tamaño. Estos más pequeños, llamados anticuerpos de dominio único, pueden ser nebulizados y usados en un inhalador. Agencias, El País.