Habla con la voz cansada y mientras el dolor se lo permite. Es una mujer que está internada en el hospital Santa Clara de Bogotá en la sala de cuidados intensivos (como llaman en Colombia a la terapia intensiva). Lleva diez días internada en una pesadilla que se ha vuelto realidad.
Noticias Caracol, canal aliado de Unitel, aceptó el pedido de esta mujer de contar su testimonio en cámaras para crear conciencia y evitar que otros repitan su historia.
Hasta hace mucho no creía en el Covid y menos en la vacuna. Era una mujer saludable de 40 años que se dedicaba al reciclaje con sus hijos. El día que llegó al hospital ya a punto de ser internada pidió que la vacunen, era demasiado tarde.
Cuenta que le tuvo “miedo a la aguja, miedo a que me muriera” y por eso no se vacunaba. “Tan bruta, que porque no quería la vacuna y vea. Tanto dudar y estoy a punto de la muerte por no creer, por no cuidarme”, lamenta.
“Esto es como una tortura, entonces que se vacunen, mis hijos me regañan que porque no me vacunaba”, recuerda. Ahora está postrada en una cama y su vida depende de un respirador mecánico sin el cual no podría tener el oxígeno necesario que requiere su cuerpo para vivir.
“Es muy fuerte, sentir que se va la respiración, no poder dormir, es el miedo, esa tos, no poder dormir, no poder comer. Mejor dicho, horrible”, añade.
Esta etapa del Covid, denominada por los expertos como “la pandemia de los no vacunados” está golpeando especialmente a las personas que no se inmunizaron. Según datos del Ministerio de Salud de Bolivia el 85% de los internados en terapia intensiva son aquellos que decidieron no aplicarse ninguna dosis.
Según señala el repositorio de datos ‘Cuántas Vacunas Bol’ hasta la fecha solo el 42.8% de la población total de Bolivia ha completado su esquema de vacunación, mientras que el 56.1% ha recibido al menos una dosis. Agencias