Volvió a comer, se tranquilizó y cada día recibe los mimos de Brayan, su papá humano… Aunque Antonio está temporalmente en el zoológico de Oruro, se nota que necesitaba estar cerca de su familia…… Este es un CASO ATÍPICO.
La familia de Brayan cuidó al zorro desde bebé, después de salvarlo de una muerte terrible, ya que los comunarios quebraron las patas de sus hermanos y su mamá, antes de matarlos…. Y cuando autoridades insensatas se lo llevaron a una jaula en La Paz, haciendo sufrir al zorrito «en nombre de la ley», Brayan, un muchacho sin ninguna experiencia en enfrentarse al Estado, sólo guiado por el amor, armó una campaña de tal magnitud que logró hacer que vuelva a Oruro…. Aunque todavía no pueden volver a vivir juntos, sí están juntos todos los días, El amor entre los dos no tiene límites. Agencias