El presidente Luis Arce impuso grados al alto mando de las Fuerzas Armadas y les demandó “apoyen a las clases populares en su lucha liberadora”, mientras que el comandante de la institución armada, Augusto Lara, defendió los ascensos ante una serie de cuestionamientos y reafirmó la misión de “proteger la paz y estabilidad de nuestro pueblo y gobierno”.
“Bolivia necesita que las Fuerzas Armadas apoyen a las clases populares en su lucha liberadora de conductas opresoras del pasado, continuando con la misión emancipadora de los ejércitos que nos legaron la independencia de 1825”, afirmó en el acto que debió realizarse el jueves y que fue pospuesto sin explicación para este viernes.
También les recordó su mandato constitucional “de garantizar el imperio de la Constitución Política del Estado y la estabilidad del gobierno legítimamente constituido y sólidamente respaldado por el pueblo en las urnas”.
Lara sostuvo en el acto público que los militares que ascendieron a generales y almirantes cumplen con los requisitos y condiciones establecidas en las normas legales. Agencias