Desde el inicio de la pandemia, asambleístas, como Lizet Beramendi, bajo el discurso de «fiscalización» retrasan la dotación de insumos de bioseguridad a los centros de salud y hospitales centinela, pues denuncian irregularidades en el Servicio Departamental de Salud (Sedes), generando procesos administrativos que impide que estos insumos sean repartidos y generando trabas en el trabajo de la institución.
Este viernes, el director del Sedes, Yercin Mamani, mostrando más de 4 carpetas y otro montón de hojas, aseguró que esta institución dedica la mayor parte de su tiempo en elaborar informes en lugar de «tratar de frenar la enfermedad».
Aseguró que todo el tiempo les llega peticiones de informes orales y escritos, señalando que la Asamblea y la Gobernación les ponen trabas «burocráticas» y «administrativas» en su trabajo.
Antes los pedidos de informe tenían un máximo de 10 preguntas, pero ahora llegan con unas 30, que en su mayoría fueron respondidas en informes anteriores pero se debe volver a hacer uno nuevo.
Cada pregunta es un informe, explicó el director, asegurando que ni bien se envía toda la documentación de los informes solicitados llegan otros y con plazo de entrega establecido.
«No estamos en contra de la fiscalización», aseguró Mamani, pero pidió que esta información recién sea pedida cuando la curva Epidemiológica vaya en descenso y no ahora que estamos a punto de llegar al punto más alto de contagios.
Aseguró que después de la pandemia desde el gobierno central y la Contraloría se hará una auditoría al Sedes para identificar si hubo irregularidades en el manejo de recursos durante la crisis sanitaria.