Reynaldo y sus hermanos se turnaban para atender el negocio de la esquina en San Justo. Más tarde logró abrir su propio comercio, a unas pocas cuadras, en Parral y Derqui. Este sábado, allí, una discusión terminó en tragedia: Reynaldo Quiroz Silvestre (33) fue asesinado a puñaladas después de pelear con un cliente que no quiso pagar unas latas de cerveza.
En aparente estado de ebriedad, el hombre atacó a Reynaldo con un cuchillo y un nunchaku (un arma de artes marciales) en la puerta de su negocio.
La víctima recibió fuertes golpes en la cabeza y puñaladas en el cuerpo, por lo que terminó gravemente herido y fue trasladado al hospital Balestrini, donde intentaron operarlo pero murió.
La discusión duró apenas unos minutos, ocurrió a la vista de los vecinos y quedó filmada por las cámaras de seguridad. Fueron esos registros los que permitieron identificar al asesino.
La víctima, de nacionalidad boliviana, era padre de una nena de dos años y vivía apenas a unas cuadras del lugar del hecho. Llegó de Cochabamba y formó una familia con Hilaria Beserra, una mujer de 27 años con una hija de una pareja anterior.
Su agresor, identificado como Matías Andrade, de 29 años, escapó del lugar y para hacerlo robó dos vehículos amenazando a los conductores con la misma cuchilla.
Primero agredió a un vecino de Rafael Castillo, de 53 años, para quitarle su Volkswagen Suran negro. Los investigadores encontraron la cuchilla y el nunchaku a unas diez cuadras, junto con el auto abandonado. Fue en Peribebuy y Coronel Lynch, donde volvió a robar.
En este punto, agredió a otro hombre de 66 años para escapar en su Renault Megane. Los reiterados llamados al 911 permitieron queagentes de la Subestación de Policía de La Matanza lo encontraran en el barrio San Alberto y lo detuvieran después de un operativo cerrojo.
Cuando el hombre fue capturado, tenía golpes en la cara y vestía un pantalón gris y un buzo azul, lo mismo que al momento de la agresión.