En el barrio Villas del Sol en Bello, Antioquia, nadie sale del asombro y la conmoción por el atroz asesinato de uno de los miembros de la comunidad: Fabio de Jesús Arango Ríos, de 72 años.
Afirman que su muerte fue injusta. Por el momento está sentenciado uno de sus vecinos, el señor Ricardo Emiro Montoya Ramírez, de 56 años, quien tiene una condena de 16 años y cuatro meses de prisión por el asesinato.
La Fiscalía concretó que el condenado asesinó a machetazos y en una zona enmontada a Fabio Arango porque estaba convencido de que él le había hecho brujería para afectar su negocio, ubicado en el barrio.
Tras el crimen, el ahora sentenciado fue capturado, pero luego escapó de la ciudad, siendo nuevamente capturado nuevamente. Testimonios recopilados por el CTI de la Fiscalía y la Policía Metropolitana confirmaron los antecedentes de conflictos entre ambos, aunque nunca antes habían llegado a agredirse físicamente.
Aunque las razones parecen “sacadas de los pelos” o macondianas, el diario El Colombiano explicó que “lejos de ser un caso insólito, este configura otro caso más que vincula el crimen con creencias y prácticas de brujería y otro tipo de rituales similares. En varios de los últimos grandes operativos en el Valle de Aburrá contra bandas delincuenciales, las autoridades han encontrado como factor común elementos relacionados con brujería y magia negra practicada por los criminales, según han confesado varios de ellos, para protegerse de las propias autoridades y de sus enemigos”.
De esa manera podemos explicar que son frecuentes los hechos delictivos donde está involucrada la brujería, la santería o diferentes rituales paganos a los que tanto víctimas o victimarios creen, se escudan y temen. El condenado se encuentra en una cárcel de la ciudad y su negocio quedó sin jefe. Agencias