El dueño de la caseta del Barrio Chino, donde Ariel M. fue asesinado, aseguró que el aún prófugo se acercó para empeñar un celular y luego le ofreció el arma.
«Dijo: ‘mejor te dejaré esto’ y bruscamente saca de su cintura una cosa envuelta en una media, me lo da a mi mano y yo ya me imagino qué era, ya sabía, pero no lo quise exponer o sacar porque estaba mi hijita ahí», detalló.
Dejaron el arma en el mostrador, se acercó Ariel, se produjo la discusión, José levantó el arma y le disparó.
«Llega el otro muchacho y le abraza. Luego, retrocede y le dice: ‘Ahora, ¿Cómo vamos a arreglar? Se molesta, cambia de humor: ‘Cada vez ya me estás fastidiando, me estás molestando con esto, vas a ver’. Trata de desmontarse de la moto», agregó.
El propietario aseguró que no movió el arma. «Él ya sabía dónde estaba (el arma) porque él lo dejó ahí, él mismo saca con su propia mano el arma de la vitrina, porque hasta ese momento yo me había olvidado. Saca el arma, algo más le dice, le encara y le dispara», comentó.
Luego, el asesino huyó, trataron de auxiliarlo, pero lamentablemente Ariel ya había perdido la vida.