“Yo ya tengo siete fríos (muertos). Este es el octavo” confesó Aarón Gabriel Muñoz Rincones (33), exrecluso venezolano conocido en el mundo del hampa como el ‘Mataporgusto’.
La macabra confesión se da tras asesinar a su última víctima, a la que intentó desaparecer, pero no pudo porque el auto en el que llevaba el cadáver casi cae desde lo más alto de un cerro de San Juan de Lurigancho.
Todo ocurrió en el asentamiento humano ‘Los Jardines de Polonia’ cuando el extranjero se encontró con José T. V. (30), quien llegó a bordo del Nissan Versa, de placa BKM-385.
Sin saber que la muerte lo esperaba, José T. V. dejó subir al carro al Aarón Muñoz. Allí discutieron.
“El extranjero sacó un revólver, apuntó a su víctima, que estaba en el lado del timón, lo hizo bajar y lo colocó en el asiento posterior. Le hizo agachar la cabeza y le disparó una sola vez. El estruendo del disparo alertó a los vecinos que llamaron a la Policía del sector”, contó el jefe de la División Policial Este 1, coronel Gilberto Castañeda.
Apenas perpetrado el hecho, el asesino tapó con una colcha el cuerpo de su víctima y fugó con el auto. Metros más adelante se salió de la trocha y medio carro quedó en el aire, a punto de desbarrancarse.
‘Mataporgusto’ intentó huir a la carrera, pero fue intervenido por agentes de la comisaría ‘Diez de Octubre’, al mando del mayor Wilfredo Sullca.
Los agentes inspeccionaron la zona y hallaron el vehículo. Ahí estaba el cadáver. Cerca se recuperó el revólver utilizado en el homicidio.
Se conoció que Aarón Muñoz estaba de ilegal en el país. “Asegura haber estado 12 años preso en Venezuela por robo y homicidio. En Perú, dos años por robo. Sobre este caso, el intervenido asegura que lo hizo porque temía que la víctima lo había ‘cerrado’ ya que hace dos semanas le dio cinco mil 500 soles a cambio de marihuana y aún no la recibía”, precisó el oficial.