El viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, dio detalles sobre los indicios y pruebas que demuestran que hubo fraude electoral en las fallidas elecciones de 2019, cuando Bolivia acudió a las urnas y se dio cuenta de una serie de irregularidades que desencadenó en la suspensión del proceso electoral y la salida de Juan Evo Morales del poder, quien partió el domingo 10 de noviembre, por la noche, rumbo a México.
Al inicio de su intervención, el viceministro aclaró que el asunto no tiene nada que ver con una persecución política, sino que es una investigación que está respaldada con documentos, testimonios y aspectos técnicos recabados por las unidades de investigación del país.
EL INICIO
Santamaría explicó que el inicio de este escenario se dio con la llegada de 20 ciudadanos mexicanos, quienes están identificados y se conoce que son funcionarios del actual Gobierno de México. Llegaron el 26 de agosto y se reunieron a puertas cerradas con las autoridades del Gobierno de Evo Morales, jefes de tecnologías de los ministerios y de la Autoridad de Telecomunicaciones y Transporte (ATT).
«Usaron una oficina pública para conspirar y diseñar el fraude», apuntó el viceministro al explicar que en esa reunión se dio la instrucción de no registrar el ingreso de estas personas y aquí se gesta la idea de articular un software paralelo.
Estas personas también obtuvieron la ayuda de un ciudadano venezolano y ocuparon tres plantas de un hotel de La Paz. Toman vuelos, salen del país, se contactan con autoridades y Santamaría aduce que urge conocer cuál es el interés que tenían, quién los trajo y cuál es el motivo de facilitarles datos e información del Órgano Electoral y del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Según la investigación, este grupo armó un sistema para hackear el programa de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y fue así que se dio lugar para cambiar la tendencia de los votos y declarar como ganador a Juan Evo Morales en primera vuelta. «Todo está documentado», reiteró Wilson Santamaría.
Estos mexicanos eran asesores, expertos en informática y realizaban acciones aparentemente dirigidas al fraude electoral, según el Gobierno, y salieron del país cuando se descubrieron indicios del fraude electoral.
Santamaría recordó que el software para la transmisión de resultados, dotado por la empresa Neotec, fue cortado y se congeló el sistema. Los vocales del Órgano Electoral abandonaron la sala de cómputo y se fueron a la oficina donde se encontraba la central de infraestructura tecnológica, donde había otro servidor tecnológico para cargar los votos
«Se van cargando 30.000 votos que no cumplen el proceso de validación. Es algo grave ya que se descubre que hay una asociación delictuosa para robar la democracia al país», manifestó Santamaría, quien también agregó que había funcionarios públicos ‘superpoderosos’ que estuvieron en la escena para pedir acceso a la información, tema que no les correspondía porque es información clasificada. El Deber