La ampliación de la cuarentena hasta el 31 de mayo en Cochabamba genero un rechazo generalizado por parte de las autoridades y de la población que vive del día a día.
Se tiene datos que el 70% de los cochabambinos son comerciantes, transportistas o tienen algún negocio propio. Por ello, son miles las familias que durante esta cuarentena no tienen un sueldo fijo con el que puedan contar.
«La población esperaba salir a trabajar al menos 6 horas» un miembro de la familia por lo menos pero las autoridades eso no tomaron en cuenta, indicó Eliseo Alejandro presidente de Fedjuve.
Quienes tienen similar posición son los concejales Celima Torrico, Joel Flores y Carlos Coca, que aseguran que no se ve una inversión municipal para tratar de mejorar la bioseguridad en la ciudad y optar por una cuarentena dinámica.
El concejal Flores cuestionó la falta de desinfecciones en zonas alejadas de la ciudad. Mientras que el concejal Coca aseguró que se debe invertir en cámaras de desinfección, reactivos para las pruebas Covid-19 y proveer a la población de insumos de bioseguridad.
«La Alcaldia tiene los recursos» , afirmó Coca, indicando que haciendo una inversión de dos millones de bolivianos el municipio puede hacer la compra de 1 millón de barbijos reutilizables para regalarlos a toda la población. Estos contarían con todas las especificaciones de bioseguridad y que serían confeccionados por cochabambinos. «A la población no solo es decirle ‘quédate en casa’, es dar alternativas para que cuiden», recalcó.