La vacuna en cuestión se denomina ChAdOx1 nCoV-19 y ha sido desarrollada por expertos del Instituto Jenner de la universidad británica.
ChAdOx1 nCoV-19 está basada en virus vivos (en este caso, el adenovirus) con una capacidad muy elevada de replicación, lo que facilita que su producción se haga a gran escala, consiguiendo un gran número de dosis en menor tiempo y un costo de alrededor de los dos .
En el Reino Unido ya se han realizado prometedores ensayos, pero el descenso del impacto de la pandemia en ese país ha llevado a los científicos a apostar también por ensayos en otros países.
Así, además de Sudáfrica y Brasil, donde ya se realizan las pruebas, se prepara otro ensayo aún más grande para Estados Unidos.
La farmacéutica AstraZeneca, que ha llegado a un acuerdo con la Universidad de Oxford para fabricar millones de dosis, aseguró que si los resultados son los esperados, se podría empezar a comercializar la vacuna en el Reino Unido en octubre.
El director ejecutivo de la farmacéutica anglo-sueca Astrazeneca Pascal Soriot cree que para fin de año podrían estar listas hasta 400 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus que estos laboratorios están desarrollando en colaboración con la Universidad de Oxford.
Lo novedoso del proyecto, uno más de los casi 100 que están llevándose a cabo por todo el mundo, consiste en la decisión de producir el fármaco en paralelo al desarrollo de los ensayos.
“El Jenner Institute está trabajando en una de las vacunas que están más avanzadas, está ya en fase 3, llevan reclutados cientos de pacientes. Sería la primera en comercializarse”, declaró Daniel Prieto-Alhambra, catedrático de farmacoepidemiología de la Universidad de Oxford al diario El País.
“El laboratorio ha tomado el riesgo de empezar a producir ya la vacuna para que, si funciona, poder tenerla en el mercado inmediatamente. El laboratorio ya está asumiendo que funcionará. La fase 1 y 2 parece que funciona”, dijo el catedrático.
Prieto-Alhambra reconoció que “aún no tenemos los resultados de eficacia. No sabemos hasta qué punto protege” y precisó que se tiene que hacer “un estudio muy grande, de hasta 10.000 personas, para poder testarla”.
Bajo costo
AstraZeneca se comprometió a “no sacar beneficios de esta vacuna”, según su presidente en Francia, Olivier Nataf, que plantea un precio de unos 2,24 dólares la dosis.
Registro de la vacuna
Brasil es el primer país fuera del Reino Unido en probar con la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford. Una de las razones fue el hecho de que la pandemia está en aumento en ese país.
Actualmente, trabajan con 10.000 voluntarios aproximadamente. Los resultados hasta la fecha han sido esperanzadores, pero nada garantiza que la vacuna sea eficaz. Ante la urgencia de la pandemia, sin embargo, la decisión de laboratorios y Gobiernos es que debe correrse el riesgo de comenzar a producir dosis, aunque luego se revelen inútiles, con la esperanza de poder ganar unos meses que pueden ser cruciales en el combate contra el virus.
A fines de año tendrán unos 100 millones de dosis listas para Estados Unidos; 30 millones de dosis para el Reino Unido, y poco menos de 100 millones de dosis para Europa.
Astrazeneca ha cerrado un acuerdo, para compartir riesgos financieros, con la llamada Alianza Internacional para la Vacuna (IVA en sus siglas en inglés) que han formado Alemania, Francia, Italia y Holanda, los cuatro países que disponen de mayor capacidad de manufactura de medicamentos.
El coste de la dosis será muy reducido, de apenas unos dos euros, y Astrazeneca asegura que las venderá a precio de manufacturación, sin añadir beneficios.
Si los resultados finales del ensayo, que se esperan para finales de septiembre, fueran positivos, los cálculos de la farmacéutica estiman que la producción total de dosis llegará a alcanzar como mínimo 2.100 millones, y estudia cómo incrementar esa cifra para acercarse al volumen de la población mundial.