Durante la época de los 90, la policía buscaba a los responsables de violaciones y asesinatos de niñas. Paul Bernardo y Karla Homolka jamás pensaron en ser siquiera sospechosos por sus crímenes, pues eran una pareja de jóvenes del “común” que ahora son reconocidos como ‘Barbie y Ken asesinos’.
Bernardo era un violador desde mucho antes de conocer a Homolka. El primer ataque registrado se remonta a mayo de 1987, cuando Bernardo tenía 23 años.
Allí, el violador comenzó a definir su ‘modus operandi’ que más adelante permitiría a la policía entender que todos los ataques venían de un mismo agresor. Se trataba de aprovechar que se veía como un hombre atractivo para la época para acercarse a mujeres que estuvieran solas en las calles de Scarborough, un barrio de Toronto, Canadá.
Después procedía a acorralarlas, violarlas, golpearlas e insultarlas. En la misma semana del primer ataque ocurrieron dos más con el mismo patrón, que en tres años resultaría en más de 19 mujeres violadas. La policía encontró un patrón en la manera en que todas las mujeres eran atacadas y llamó al agresor “el violador de Scarborough”.
Además, intentaron crear un dibujo del atacante a partir de las historias de las víctimas, pero el resultado fue la cara de un hombre blanco del común, “el chico de la puerta de al lado” lo llamaron algunos medios locales. Nada lo distinguía particularmente de un joven de esa edad.
Se llevaron a cabo algunas entrevistas a posibles sospechosos en las que incluso Bernardo fue interrogado dos veces sin que se llegara ningún tipo de pista sobre quién podría ser el agresor. Debido a esto, Bernardo, violador que hasta ese momento no se había convertido en asesino, quedó completamente libre.
‘BARBIE Y KEN’ ASESINOS
Karla Homolka era la mayor de tres hermanas. En 1987 conoció a Bernardo, que en ese momento tenía 23 años y ella 17, en un restaurante. Al parecer, por lo que le comentó Homolka a la policía mucho tiempo después, la conexión fue inmediata y su relación amorosa comenzó rápidamente.
En sus declaraciones, Homolka admitió que durante todo el tiempo que fue novia de Bernardo ella supo que él jamás dejó de violar a otras mujeres. Al parecer, la mujer no encontraba mayor problema en esto, aunque tiempo después, según reporta el libro escrito sobre ellos, ‘Invisible Darkness’ de Stephen Williams, Homolka se sentía humillada por lo que hacía su pareja.
El vínculo entre ambos agresores era tal que Bernardo llegó a pedirle matrimonio a Homolka, pero, al parecer, después de tres años de noviazgo y compromiso, el hombre comenzó a aburrirse de su ella y le reprochó varias veces, según declaró la mujer en su momento, por no haber sido virgen cuando lo conoció. Fue justamente este reclamo el que llevó a su primer asesinato.
TAMMY HOMOLKA, HERMANA MENOR DE KARLA
En el verano de 1990, Bernardo comenzó a acosar a la hermana menor de Karla, que en ese momento tenía 15 años. El nivel de depravación era tal que, al parecer, Bernardo miraba a la menor de edad mientras dormía y se masturbaba. Cuando le comentó esto a su entonces prometida, Homolka aparentemente decidió que, como regalo de la navidad que se aproximaba, le daría la virginidad de su hermana.
Entonces, en la noche del 23 de diciembre de 1990, Homolka le ofreció a Tammy, su hermana menor, una bebida que contenía ron y unos anestésicos para dormir animales que ella había conseguido en la clínica veterinaria donde trabajaba.
La bebida causó que Tammy cayera prácticamente dopada en su cama, que era lo que la pareja de agresores estaba buscando para que Bernardo pudiera violar a la menor de edad. Además, su hermana le puso un pañuelo con otro anestésico en la nariz y la boca.
Así, mientras su hermana mayor veía el suceso, Bernardo abusó de la menor y se grabó mientras lo hacía sin darse cuenta de que Tammy, intoxicada, se estaba ahogando en su propio vómito. Antes de avisar a sus padres o las autoridades, los delincuentes decidieron limpiar la escena y vestir de nuevo a la menor de edad.
Cuando fue llevada al hospital ya era demasiado tarde y, a pesar de que en su cara registraba quemaduras causadas por el químico en el pañuelo, marcaron su muerte como “accidental” tras, supuestamente, haber ingerido demasiado alcohol y ahogarse en su propio vómito.
VIOLACIONES Y ASESINATOS
Poco menos de un año después de la muerte de la hermana menor de Homolka, la pareja volvió a cometer otro crimen de asesinato y violación. La víctima fue una niña de 14 años, Leslie Mahaffy, quien fue secuestrada por Bernardo y llevada a la casa, que compartía con su compañera de crímenes.
Allí abusaron sexualmente de ella mientras grababan la agresión, la asesinaron y para que su cuerpo no fuera encontrado fácilmente, lo cortaron en trozos y lo lanzaron a un lago. A pesar de que los restos de la menor sí fueron encontrados días después, mientras la pareja hacía oficial su unión y se casaba, ni Paul Bernardo ni Karla Homolka fueron relacionados con su asesinato.
Su siguiente víctima fue Kristen French, menos de un año después de su más reciente asesinato. La menor tenía 15 años cuando, al igual que Leslie, fue abusada y asesinada brutalmente por la pareja.
LA CONFESIÓN DE KARLA
Aparentemente, Homolka dejó a Bernardo en 1993 y busco refugio en casa de una de sus amigas donde, tiempo después, fue interrogada por la policía, pues había sospechas de que su esposo fuera el ‘violador de Scarborough’.
Meses después y con una prueba de ADN se confirmó la sospecha y, a falta de pruebas para asociarlo con los tres asesinatos a menores de edad, la policía aceptó un trato que les hizo Karla Homolka para bajar su condena si hablaba sobre lo que había hecho Bernardo.
Los medios del momento comenzaron a llamar a la pareja los ‘Barbie y Ken asesinos’ debido a la belleza física de ambos y a su aparente similitud con los dos juguetes.
KARLA HOMOLKA
Al principio, en las declaraciones con sumo detalle que dio la mujer, su papel en la relación era el de una víctima más de Bernardo. Sin embargo, cuando se encontraron los videos que la pareja guardaba de sus crímenes, la mujer no parecía cumplir con lo que antes había descrito.
Entre ambos criminales hubo señalamientos. Mientras Homokan decía que todo lo que había hecho era porque tenía la cabeza llena de las mentiras de Bernardo y vivía bajo su influencia, el hombre también declaró que uno de los asesinatos lo hizo porque Homokan se lo pidió.
Al final, Karla Homokan fue condenada a 12 años de prisión, los cuales cumplió en el 2005. Tras salir, concedió su única entrevista a ‘Radio Canadá’, en la que dijo que, a pesar de haber terminado su condena, jamás se perdonará por las cosas que hizo.
Paul Bernardo fue condenado a cadena perpetua por el asesinato y la violación de tres menores de edad y más de una decena de violaciones a otras víctimas desde la época de los ochenta. Agencias