Ansu Fati salió al rescate de un Barcelona que recupera vida en la Liga de Campeones con su doble triunfo por la mínima ante el Dinamo de Kiev, en la cuarta jornada que dejó la clasificación matemática a octavos con autoridad de Bayern Múnich y Juventus.
El regreso a lo grande de Ansu, tocado por los dioses del gol, dio una alegría en plena crisis de identidad de un Barcelona que recupera opciones en la Champions. Con buena dosis de sufrimiento hasta el final, con Ter Stegen recuperando su mejor nivel para salvar a su equipo, temblando por la inestabilidad defensiva pero sacando oro del disparo arriba con potencia y rabia de Fati, que responde con personalidad al liderazgo heredado que exige el 10 que luce a su espalda tras el adiós de Leo Messi.
Todo vuelve a estar en la mano del Barça, que se jugará sus opciones de avanzar de ronda y evitar el descrédito de caer a la Europa League, ante el Benfica en el Camp Nou. Agencias
