El exdiputado Amílcar Barral afirmó este martes que la candidatura a la Alcaldía de La Paz del ex ministro de Obras Públicas, Iván Arias, se debe a que la expresidenta Jeanine Áñez dejó «cadáveres políticos» y la agrupación política Juntos sigue vigente, pero con otro nombre, y ahora estará presente en las elecciones subnacionales de Bolivia en 2021.
“Yo solo digo que el gobierno de Jeanine Áñez ha dejado varios cadáveres políticos y obvio que en el grupo que está armando el `Negro´ (Arias) van a aparecer. No, no voy a dar nombres por respeto que se merecen cada una de las personas. Seguramente muchos se darán cuenta”, afirmó Barral en contacto con periodistas.
Aclaró que su intención no es hablar mal de Arias porque es su amigo, pero señaló que esperará a ver cuál será la reacción de las personas después del lanzamiento de su candidatura, quien anunció que existen tratos para que sea junto a la silga política de Rafael “Tata” Quispe, quien también anunció que irá por la gobernación de La Paz.
Al respecto, Barral dijo que no se siente traicionado por Quispe ya que en un principio pareciera que ambos irían con la misma sigla política de “Somos Pueblo”. “No (me siento) traicionado; uno tendría que estar acostumbrado en temas de política que sea así. Uno va donde más le conviene”, expresó Barral.
Sin embargo, señaló que el “Tata” fungió como autoridad del gobierno de Áñez hasta el último momento que, según Barral, estuvo manchado de irregularidades; y también acusó a la extinta alianza Juntos de ser uno de los artífices para que el Movimiento Al Socialismo (MAS) vuelva al poder.
“Lo preocupante es, y lo tengo que decir de frente, que la agrupación Juntos ha sido uno de los artífices para que el Movimiento Al Socialismo vuelva al Gobierno. Son los que han insistido en que Jeanine Áñez vaya de candidata y sea la primera en dispersar el voto y aumentar la votación para el Movimiento Al Socialismo”, señaló.
Por otro lado, dijo que no le preocupa en lo absoluto la candidatura de Arias, le deseó suerte. Expresó su deseo para que la campaña electoral no esté plagada de una guerra sucia. Agencias