En medio de una escasez de dólares que mantiene en apuros a la economía boliviana, el Banco Central de Bolivia (BCB) informó que debe a las diferentes entidades financieras $us 2.856 millones por la constitución del Fondo de Garantías para la colocación de créditos al sector productivo, crédito de vivienda de interés social y crédito orientado a contribuir al ahorro y eficiencia energética principalmente.
Desde el 2023, Bolivia vive una escasez de dólares, este fenómeno se recrudeció durante el primer trimestre de este año. Varios son los factores para la escasez de la divisa, entre ellas la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que fueron usadas para la importación de combustibles y el pago de la deuda externa.
Pero analistas consultados por EL DEBER añaden otro factor: la constitución de fondos de garantías para la constitución de créditos para incrementar la cartera de créditos destinadas al sector productivo, crédito de vivienda de interés social y crédito orientado a contribuir al ahorro y eficiencia energética principalmente.
Estos fondos son el CPVIS II, CPVIS III, CPRO, Fiuseer y Caprosen creados principalmente con la reducción de la tasa de encaje legal en Moneda Nacional y Moneda Extranjera.
El BCB explicó que esta operación es un instrumento de política monetaria no convencional mediante la cual las Entidades de Intermediación Financiera (EIF) solicitan préstamos de liquidez en moneda nacional a una tasa de interés de 0% con la garantía de este fondo para incrementar su cartera de crédito destinada al sector productivo, crédito de vivienda de interés social y crédito orientado a contribuir al ahorro y eficiencia energética principalmente.
La entidad estatal aclaró que “los fondos son un pasivo para el BCB, pero los préstamos de liquidez otorgados por el Banco Central a las EIF con garantía de estos fondos son considerados como un activo. En este sentido, los pasivos del BCB por este concepto están cubiertos por una contra cuenta del activo”. Agencias.